Como una ventisca pasajera.

Recuerdo del primer mensaje :

Bien, damas y caballeros. Por fin les traigo el fic que anuncié en Mad Days 2.

Título: Como una ventisca pasajera.

Autor: Mad

Clasificación por edades: +12 o +13

Personajes:
-Shawn ~ 14 años.
-Ethan ~ 5 años.
-Amanda ~ 43 años.
-James ~ 44 años.
-Scott ~ 13 años.
-Nicole ~ 14 años.
-Kayser (lobo) - Edad desconocida.
-Nana (loba) - Edad desconocida.

Antes de nada una cosa que me daría gusto que leyeran antes de comenzar su lectura:

Que quede claro que este fic no cuenta como uno más de YFC. No tiene nada que ver con el foro. Directamente, solo quiero dar un salto hacia delante con mi experiencia de la Literatura. Por supuesto tengo a una persona muy especial apoyandome, Mumble1224. Dicho esto, nadie del foro puede aparecer así que no lo pidan. Espero que les guste este... "fic". Dadme vuestra opinion que estoy empezando con lo serio

Prólogo: Shawn es un chico de 14 años que vive en una casa de campo en Canadá con su familia: sus padres Amanda y James y su hermano pequeño Ethan. Quiere mucho a su hermano por eso le cuida siempre que hay ausencias en casa. Suele tenerle mucho respeto, y no solo con él. De pequeño sufrió problemas y por eso ahora es tan amable. Pero quien dijo que las cosas dejarían de ir mal. Un día cualquiera los problemas empezaron a surgir. Probablemente la vida de Shawn y Ethan cambie para siempre


Una noche fría, mamá y papá como de costumbre estaban discutiendo. Ethan y yo estábamos durmiendo. Eran las dos de la madrugada. Como no podía dormir tuve que taparme los oídos con la almohada. En el oscuro pasillo vi al pequeño Ethan dirigiéndose a la habitación de mis padres. No creo que sea una buena idea que interrumpiera una de estas peleas. Discuten por todo, aunque a veces sean felices. Casi siempre es peligroso hablar con ellos cuando están enfadados, sobre todo en el caso de Ethan. Ethan es mi hermano pequeño. Tiene solo cuatro años. Posiblemente teme a que estén peleados para su cumpleaños, que faltan tres días. Desde mi cama le susurré:
-Ethan, ven.
No estaba seguro de que si iba a hacerme caso. Después de dar un paso más, giró la cabeza y me miró. Le hice un gesto de llamada y entró a mi habitación.
-Cierra la puerta, por favor.
Ethan cerró la puerta con sigilo para que no nos escucharan mis padres. Así no se les escucharía tan alto. Este se dirigió a mi cama y se tumbó en ella conmigo, tapándose.
-Papá y mamá están discutiendo otra vez. -dijo.
-Lo sé… -le contesté- no te preocupes. Duerme hoy conmigo, si quieres.
-Hermanito, ¿es verdad que se van a separar? –me dijo mirándome con unas pocas lágrimas.
-No digas eso. James y Amanda nos quieren porque son nuestros padres.
A continuación, cuando nosotros ya estábamos dormidos, papá salió de la habitación enojado. No tengo ni la mínima idea de porqué han discutido otra vez, pero esta vez era distinto.
-¡Se acabó! Yo me voy de esta maldita casa. –dijo papá gritando y poniéndose la chaqueta.
-¡Pero bueno! ¡¿Qué haces?! Vuelve aquí ahora mismo, estúpido. –dijo mamá, también enfadada.
-Te he dicho que me voy. Paso de estar viviendo de esta forma y contigo.
-¿Y tus hijos que? ¿Te olvidas de ellos?
-Encárgate tú. Me voy a vivir solo.
Parece que han tenido una gran pelea. Finalmente, papá salió de casa. Amaneció y no estaba allí. Esto pinta muy mal. Me desperté con Ethan abrazandome. Miré la hora y ya eran las once.
-Ethan, despierta. Hay que desayunar. –le dije y se despertó.
Mamá estaba levantada, en la cocina. Me acerqué a ella. Ethan estaba detrás mia.
-Buenos días, mamá. –le dije.
-Buenos días, Shawn. –me dijo deprimida.
-¿Estas bien? ¿Te pasa algo?
No hubo respuesta. Ethan se agarró a mi pierna. Me llega hasta la altura de la rodilla, aunque parece ya que un poco más. En ese mismo instante dijo:
-¡Mami!
-Ethan, no… -le dije mirándole.
-Tranquilos, niños. Id a por vuestro desayuno.
Ethan y yo desayunamos en la mesa del salón mientras Ethan veía su programa favorito de la televisión.
-Mami, quiero más galletas. –dijo Ethan.
-No quedan galletas. –le contestó.
-¿Y quedan bizcochos?
-Tampoco.
-¿Y hay más pan? Quiero otro trozo de tostada. –le dije.
-No, no hay más.
Ethan y yo nos miramos mutuamente y pensamos que nada bueno debía suceder.
-¿Dónde está papi? –le dijo Ethan.
-Está trabajando. –contestó.
Pensé que esto es un poco raro. Las sospechas empezaron a ocurrir. Miré a Ethan y no estaba molesto por nada. Estaba bebiendo su zumo tranquilamente.
-Pero si estamos en vacaciones. –le dije a mamá.
Molesta por las preguntas mamá se fue a comprar al supermercado. Me dijo que nos diéramos una ducha, pero Ethan insistía en bañarse. De pronto interrumpieron el programa televisivo por noticias de última hora.
-“Se ha detectado una fuerte ventisca que viene inexplicadamente del norte del país. Posiblemente venga dentro de unos minutos así que por lo que más quieran, quédense en sus casas”.
-¡Oh, no! Mamá salió a comprar y el súper está lejos. –dije preocupado.
-Quieres decir que a mamá…
-No te preocupes, estará bien. –le dije- Vamos a darnos un baño. Nos sentirá bien un baño calentito, ya que vendrá una fuerte ventisca.
Llené la bañera de agua caliente mientras Ethan se quitaba la ropa. Ya que no sabía ducharse solo, tendré que hacerlo yo. Mientras me decía “No mires” y yo le decía que no lo haré. Finalmente, se metió en la bañera. Se puso a jugar con un barquito de juguete que le regalaron en Navidad.
-Frótate detrás de las orejas. –le dije.
-No seas mandón. –me contestó y me lanzó agua.
-Como vuelvas a… -le dije, pero me interrumpió lanzándome más agua a la cara- ¡Ahora te vas a enterar!
Me quité toda la ropa y me metí en la bañera con él a echarle agua. Parecíamos dos niños jugando en la piscina. En ese instante sonó el teléfono móvil.
-Shawn, están llamando.
-No puedo ir a coger el teléfono ahora. Después llamaré yo.
Después de hacer un concurso de respiración bajo el agua el teléfono sonó otra vez. Esta vez la llamada duró mas tiempo.
-¿Por qué no vas a cogerlo? A lo mejor es importante. –me dijo Ethan.
-Vale. Espera, voy a por tu pijama y a por tu toalla.
Salí de la bañera y Ethan se quedó dentro. Cogí la toalla de Ethan y se la di para que se secase. Me dirigí a mi habitación a por mi pijama y a continuación a la de Ethan a por el suyo. Finalmente, cogí el teléfono.
-Hola, ¿quién es? ¿El hospital?

Te quedo muy bien mad

Muy bien echo..

+REP

Amo la historia, en serio. Me ha gustado mucho la trama y aunque sea trágica {Soy muy sensible para lo trágico y siempre acabo llorando} me ha encantado. Espero que sigas pronto, me ha dejado intrigadísima por saber que le pasará a la madre ;u;

Pues, sí, tengo 11 nada mas... Pero bueh, un año menos no es nada...
Ok, vamos al grano: Dos palabras- ME - ENCANTO! La verdad que, como todos, te pongo un +REP (Lamentablemente solo puedo darte uno xD )

Firma:~Yoshessi~.

Y ESTO CONTINÚA HOY :'D Perdon por tardar pero mientras el instituto...pensar nuevos capitulos y eso ni me ha dado tiempo ha escribirlo ( o ni me he acordado :yaoming: )

Pero bueno esto tiene ganas de continuar y este episodio te pide que lo leas >w<

Capítulo 2: Reminiscencia.
De repente un escalofrío corrió por todo mi cuerpo. Ethan se había dejado el televisor encendido viendo Minimon, una serie de dibujos animados que no se pierde ningún día. De pronto el televisor empezó a ponerse borroso. No era más que un aviso que decía: "Interrumpimos este programa para ofrecerles una noticia de última hora. Se han registrado precipitaciones de nieve extremadamente fuertes por todo, absolutamente todo el país. No se os ocurra salid de sus casas hasta que esta tormenta de nieve haya parado. También se ha observado que nunca habíamos tenido tormentas tan fuertes en cien años. Muchos científicos canadienses están investigando sobre este suceso tan extraño." Miré a la ventana y era cierto. De pronto me acorde de que mamá aun seguía fuera. Casi me iba a dar un desmayo, hasta que el recepcionista del hospital dijo:
-Oiga, ¿hay alguien?
Reaccioné y conteste:
-Si, sí. Lo siento, estoy aquí. Aún no había colgado. -dije nervioso.
-¿Es usted Shawn? -me preguntó el recepcionista del hospital.
-S...sí, soy yo.
Cada vez me encontraba más nervioso. El recepcionista, con tono muy desanimado me dijo después:
-Tu madre ha tenido un accidente y está hospitalizada en el hospital mas cercano de tu casa. Le recom... -me dijo.
No llegué a escuchar todo lo que iba a decir porque colgué del susto que me dio. Fui corriendo, mientras me colocaba toda la ropa, hacia el baño donde se encontraba Ethan.
-¡¡Ethan!! -le grité.
-¿Qué pasa, hermanito? Quiero quedarme mas tiempo en el agua, el señor patito de goma no quiere salirse todavía. -me dijo con un tono dulce.
-Sal ahora mismo, ¡ha ocurrido una emergencia! Tenemos que irnos, ¡pero ya! -le dije desesperado.
A Ethan se le borró la sonrisa de la cara y, al parecer algo asustado, salió del baño y se vistió.
-No olvides el chaquetón, hace un frío tremendo. -le dije mas calmado.
-Mi chaquetón se esta lavando, así que tendré que ir así...
-Coje el mio, rápido. -le dije mientras me quitaba mi abrigo.
-Pero te resf...
-¡Póntelo, me preocupa mucho tu seguridad!
Ethan obedeció. Salimos por la puerta y el viento casi nos echaba para atrás. Le dije a Ethan que aguantara. Atravesando la nieve con mucha dificultad nos dirigíamos hacia el hospital donde estaba mamá. Ethan casi no podía más y se quejaba mucho.
-¿Quieres descansar un poco? -le dije.
-¿Pero no era algo muy urgente? Creo que no deberíamos parar.
Miré a Ethan y sonreí. Me agaché, ya que el es mucho mas bajito que yo, y le dije:
-Ven aquí, hermanito, te llevaré en brazos.
-Pero, ¿podrás?
-Me da igual no poder, si es por ti yo...
-¿Si es por mi qué? Siempre has estado haciendo cosas imposibles por mi y no quiero que algún día llegues a hacerte daño o cosas así.
-Ethan, tienes casi 5 años y yo 14, he vivido mucho más que tu y mereces... bueno no sabría explicarte...
-Tranquilo Shawn, te entiendo. Sobre todo por lo que me dijiste antes de que te preocupaba mi seguridad-me dijo.- Y si no te importa, ya puedes llevarme en brazos si es lo que tu querías.
Y sin comerlo ni beberlo, intercambiamos una fuerte sonrisa. Y, ya llevándolo en brazos y avanzando, empecé a decirle:
-Recuerdo cuando naciste.
Este me miró intrigado, esperando a que continuara.
-No puedo dejar de recordarlo. Sentí que ibas a ser muy importante para mi. Juré cuidarte siempre que lo necesitaras, jugar contigo siempre que quisieras y estar a tu lado y no separarme jamás. Es increíble como una pequeña reminiscencia puede llegarte al corazón.
Ethan me miró con cara de no entender, así que procuré explicárselo con mayor facilidad. Seguí.
-Presentí que siempre te iba a querer, y fíjate que es cierto.
-Yo a ti también te quiero mucho. -me dijo.
No pude evitar emocionarme en este momento.
-¿Te encuentras bien? ¿Quieres un abracito o algo? ¡O si quieres te puedo cantar la canción que me han enseñado en el cole! -añadió muy animado
-Me encuentro bien, pero sufro por no poder encontrarme a la perfección. Es algo que sabrás en un rato... Por cierto, cuando has mencionado lo del abrazo...
-No hace falta que sigas, mejor sigo yo. -me interrumpió. Con seguir él se refería al abrazo, y tal como dijo me lo dio. Y supongo que tardará un rato en soltarme. Me detuve y sentí que debía responder eso. Estar abrazados tu hermano pequeño y tu, ayudando el uno al otro mientras cae una tormenta de nieve que casi les cubre enteros es algo indescribible, pero no deja de ser perfecto.
-¿No tienes frío? -me preguntó Ethan.
-Claro que tengo, pero no me importa. Todo esto lo hago por ti. -le respondí.
Seguimos avanzando, pero Ethan todavía no se despegaba de mi. Era como si estuviese pegado con pegamento permanente, pero me gusta. Quizás piensa que así me quitará algo de frío. Aunque este pequeñín tenga una edad tan baja, me sorprende, me deja absolutamente sorprendido. Su forma de actuar, su forma de hablar en ciertos casos... incluso su forma de pensar. Dos palabras, solo dos palabras que el dijo me llegaron al corazón. Un "te quiero" suyo me hace levantar la mirada hacia arriba, sonreir y pensar: "Este pequeño forma gran, pero gran parte de mi vida". Sabía que tarde o temprano debería hacerlo, así que me lancé.
-Ethan, tengo que contarte algo. Es el motivo por el que estamos haciendo este sacrificio.

CONTINUARÁ...

Próximo episodio:
Capítulo 3: Luz apagada.

Una persona que siempre te hace feliz nunca, por ningun motivo, dejes de estar a su lado.

Y para terminar, dedico este capítulo a las personas que siempre han estado ahí para apoyarme y para todo. No las menciono porque ellos saben de sobra quienes son. Os estoy eternamente agradecido y que os quiero mucho. Un abrazo muy fuerte :)

Espero que haya sido de su agrado. No pienso dejar de continuar esta pequeña historia. Un saludo!