Alien War (Fic)

Recuerdo del primer mensaje :

He aquí mi primer Fic Espero que les guste :D

Título: Alien War
Personajes: Yahimoon, Rey Vaymoon, Mr Poiskon, y Personajes que se irán agregando conforme avance la historia.
Sinopsis: A continuación:

Yahimoon era un alienígena muy extraño proveniente del planeta Munkamen. La raza de los Mukanians era la más poderosa y su imponente reino, el más magnífico de todos. Existían 2 planetas más, Tuktuh y Nether. Ambos, más pobres y vulnerables.
Por largo tiempo los Mukanians habían guardado el secreto del tesoro más importante del Universo. El portal Akmec, que conducía a diferentes dimensiones. Los Tuktuh y Netheters estaban en guerra precisamente por ese portal, que sin saberlo, ya era propiedad de Munkamen. El rey de este último planeta, pretendía que los otros 2 planetas sigan en conflicto, para terminar eliminándose entre ellos, y él ser el Rey Supremo de todo el Universo.

Capítulo 1: El gran Conflicto

En este mismo instante, se estaba produciendo la Séptima Guerra Inter Planetaria de los Tuktuh y Netheters.

Yahimoon: (Príncipe de Munkamen) Padre, esa gente se liquida entre sí, y tu aquí sentado sin hacer nada más que descansar?

Rey Vaymoon: Hijo, esto no nos incumbe, no tienen remedio, están locos. Debemos seguir adelante preocupados de nuestro planeta, solamente.

Yahimoon: Pero Padre! No puede ser que tu corazón esté tan envenenado! Tan corrompido! *comienza a correr hacia la puerta*

Rey Vaymoon: ¡Yahimoon, ven aquí! Que te ocurre?! Acaso estás loco igual? Soy el máximo Rey, y lo que diga, se hace!! *gritando a todo pulmón* Oíste?? Estás castigado, desde hoy hasta la próxima semana, por faltare el respeto a tu Padre, retírate talomher (ser sin uso, inútil pero más suave)

Yahimoon: No, Padre, esto si nos incumbe, son 2 razas que están desapareciendo, por nuestra culpa, solo por que hemos guardado el tesoro que le correspondía a ellos. El Portal Akmec no es tuyo y este Reino no te pertenece!! *de manera rebelde y con rabia*

Rey Vaymoon: Que has dicho??!! Te vas ahora al calabozo, dormirás allí toda esta noche, y mañana saldrás al campo y te quedarás ahí hasta la próxima semana!!

Yahimoon estaba muy decepcionado. Su padre, se había comportado como un niño. Dos reinos moría cada día más y ellos tenían la razón de ello.
El Príncipe se dirigió al balcón de su alcoba y comenzó a ver las estrellas. Un punto brillaba en el cielo, muy rojizo y parpadeante. Se veían varios puntos más que explotaban de un lado a otro. Eran los disparos de la Guerra. Iban y venían, causando fuertes y estremecedores sonidos.

Yahimoon: Ojalá pudiera hacer algo... Pero es imposible, mi padre no me dejará y hay cientos de guardas resguardando el Palacio... *comenzó a pensar y recordó a un viejo amigo que había conocido cuando era niño. Era un anciano que pasaba el día en la biblioteca, cuidando los libros. Tenía mucha experiencia en pasadizos y entradas o salidas secretas, lo podría ayudar...*

El príncipe corrió rápidamente, evadiendo toda seguridad. Llegó a la Biblioteca y habló con el anciano.

Mr. Poiskon: Así que quieres escapar de aquí, eh? Con que propósito? *Poiskon era un alienígena con poderes telepáticos y mentales, sabía todo o que pensaban los demás y que pretendían hacer, por eso mismo, ya sabía que quería Yahimoon*

Yahimoon: Es privado, pero necesito toda su confianza en mí, y yo en la suya, por favor Tío Poiskon...

Mr. Poiskon: Mmmm... Está bien, siempre tienes buenas intenciones, te conduciré a un pasadizo muy antiguo, el más antiguo y secreto de todos, pero si me haces una promesa... Si vas a Tuktuh, visita a mi esposa, por favor, no sé hace 16 años como está...

Yahimoon: Pero, usted, como supo que...??

Mr Poiskon: *le da un guiño y sonríe, ambos se dirigen a la salida, desde donde Yahimoon emprenderá el viaje más increíble de su vida....*

Adiós!

El Cap. 3 ;D Este es más tenso u.u

Capítulo 3: Utumot

El Príncipe avanzaba cuidadoso por los pulmones Munkamen, el bosque Utumot, lugar desterrado del planeta, a donde enviaron a todos los seres desdichados y perversos que no merecieron nacer. Razas inmundas, animales cobardes y algunos monstruos inimaginables. Principalmente "trellators", especie de troll más grande y peludo, con patas enormes cubiertas de escamas y filosas garras de marfil. Brazos largos y gordos con manos ásperas y muy sucias. En general, eran muy torpes. Al principio fueron sirvientes del Rey, pero se revelaron y fueron llevados a Utumot, en donde se convirtieron en lo que hoy son, monstruos.

Yahimoon: Wow! Este bosque de verdad es misterioso. Las aves carroñeras silban asechando, los brillantes ojos observan aterradores desde los arbustos, y se oye el sonido de las carcajadas de un trellator. Nunca saldré de aquí vivo... *dando un largo suspiro y cerrando los ojos, sus fuerzas se hacían pocas. Debía descansar...*

Cerca había un claro, donde llegaba la luz de la luna. También habían troncos viejos y unas cuantas ramas con hojas. Yahimoon se disponía a dormir, cuando de pronto escuchó una voz grave y firme que salía de entre los árboles.

Xx: Soy la pesadilla andante! Quien quiere una probada de mi puño! Eh?

Yahimoon: *susurrando* Acaso es un...? Trellator! No puede ser! Se supone que estaban avanzando al oeste! Tengo que escapar de aquí...

Rápidamente se paró y corrió hacia un pino alien muy grande y grueso. Las raíces sobresalían y el musgo era negro como hollín. Los pisotones crecían más y más. Todo brincaba y el corazón del joven heredero, se aceleraba cada vez.

Yahimoon: Vamos, aléjate de aquí, sigue tu camino. No vengas a mí, querido "trellatorcito"...

Xx: Turún, turán el corazón de alguien oigo por acá! De quién es ese corazoncito que late y late? Será un tigrother? Un vulpino? O... un alien?

Yahimoon: Oh, no puede ser! Corazón cállate de una vez, acaso no sabes que nos comerán si sigues latiendo? *sudaba como cuando las flores dejan caer gotas de lluvia* Ay de mí! Voy a morir, devorado por un trellator, mi feliz historia termina hoy... *por suerte, como buen príncipe, estaba armado. Con coraza un casco, y espada. Era momento de dar el primer golpe*

Xx: Mmm... huele a carne de alien... Quién será el desdichado que vino a los reinos de Turu, el gran trellator! Sal de tu escondite rata miserable! * de pronto, una hoja cayó del pino. Y varias más comenzaron a sacudirse en el suelo*

Yahimoon: No, no, no, no! Cállense hojas! Ay, parezco un niño discutiendo con estas cosas!

Turu se asomó por un lado del pino, Yahimoon se corrió a un lado para que no lo viera y oliera. Nada. Turu volvió a asomar el hocico por el otro lado, y el príncipe se volvió a mover. Ya era hora, correr o atacar. Las 2 traerían consecuencias.

Yahimoon: Vamos Yahi, es ahora o nunca. Ya es momento de demostrar de que está hecho el Príncipe de Munkamen!

Y con una arenga saltó al ataque. Su liviana espada le permitía rápidos movimientos. Dio el primer golpe, un corte en la nariz...

Turu: Ahhhh mi nariz!! *casi llorando, y a la vez cayendo al suelo* Tú! Eres un alien que no mereció nacer nunca! Ven aquí, te comeré y con tus huesos haré un nido en donde todas las aves carroñeras vengan a dejar su sucia carne, en ti!!

Yahi algo asustado, pero siempre con mirada seria y valiente, se subió a la espalda del trellator, agarrándose de su cuello, mientras sostenía la espada, listo para dar el segundo golpe... este era el liquidador.

Yahimoon: Deja de saltar, bestia! No te muevas!

Turu: Bájate de mi lomo alienígena, y prometo que destruiré a todo tu pueblo con mis garras!!

Yahimoon: Nunca!! *se armó de valor y soltándose de ambas manos para sostener el arma, clavó la espada en el trellator, mientras este gritaba de dolor, aullando y maldiciendo a todos...*

Turu: Volveré por ti, rata alienígena! Un día regresaré de Deahm (inframundo de los trellator) por ti y tu familia!! *con esto último, Turu dio su último suspiro, y murió*

Yahi daba muchos suspiros, respiraba acelerado. Estaba pasmado, había destruido a un trellator, las bestias más fieras de todas. Se tiró de golpe al suelo y comenzó a mirar la sangre de su espada, era azul marina, muy fea y maloliente.

Yahimoon: Y eso fue todo? Wuaa! Fue fácil! *riendo* Hoy dormiré como nunca, creo...

Los pájaros silbaban y la luna brillaba redonda, como nunca antes. Se incorporó y vió unos ojos azules muy brillantes, observándolo desde un arbusto. Y en un parpadeo, desapareció...

Cansado, corrió detrás de la sombra que los asechaba. Los ojos se movían rápidos, confundiéndose entre el bosque.

Yahimoon: Quien rayos anda por ahí? Vamos, sal de donde estás. Ya destruí a un trellator, tú no eres nada contra mi poder.

Con espada lista para el ataque, piernas abiertas y mirada seria como siempre, se dispuso a atacar nuevamente. Pero los ojos crecieron en cantidad, habían muchos, y todos se iban acercando a él, más y más...

Yahimoon: Aléjense! Váyanse de aquí!

Los ojos no dejaban de moverse, convirtiendo el espíritu valiente de Yahi, a un simple polvo.

Xx: Paren! Dejen al muchacho en paz!

El misterioso alien iba montado a caballo. Su sombra adquiría color conforme avanzaba hasta que se transformó en una figura palpable y tangible. Era muy alto, delgado pero de aspecto fuerte. Muy agradable de rostro y denotaba gran valor, que se sentía en el aire.

Xx: Mi nombre es Warfu, Guerrero Protector de Utumot, Líder hijo del gran Señor Arthur. Que haces en estas tierras?

Yahimoon: Pues, pretendo atravesar Utumot para emprender viaje hacia el portal para llegar a Tuktuh...

Warfu: Mmm... Y quién eres?

Yahimoon: Mi nombre es Yahimoon, Príncipe y Heredero de Munkamen *con tono fuerte y de Futuro Rey, defendiendo su solemne posición*

Al oír esto, todas las rodillas se doblaron, mostrando infinita reverencia. Hasta Warfu se bajó sorprendido del caballo y se acercó a Yahi, arrodillándose ante él.

Warfu: Supremo Príncipe, me arrodillo ante usted. Disculpe este injusta e irreverente presentación.

Yahimoon: No hay problema, incluso, no me gusta que se arrodillen ante mí *riendo*

Warfu: Ya oyeron! Levántense todos! Puedo llamarle por su nombre?

Yahimoon: Claro! Somos de la misma edad, llámame, Yahi, y omite eso de usted, majestad y ya sabes... Dime "tú", "sígueme", etc...

Warfu: Y "ven aquí inútil"?

Yahimoon: ...

Warfu: ...

Yahimoon: ...

Warfu: Eso fue feo, lo siento Yahi *algo nervioso*

Yahimoon: Era una broma, no te preocupes. Pero igual... *poniendo la espada en su cuello* Sin pasarse, Warfu...

Ambos se hicieron amigos, pues eran jóvenes, de los mismos años. Warfu, influirá mucho en el camino de Yahi. E incluso, enemigos destruidos, volverán por la venganza...

Y así termina el tercer capítulo. Este fue el que más me gustó redactar :D Warfu, tú tendrás el papel del amigo de Yahimoon, un papel relevante, que alterará el orden de muchas cosas... Cynder, te pondré en el siguiente o sub siguiente capítulo. Tú igual serás muy importante, pues tomarás las decisiones más grandes, que tendrán consecuencias buenas, e incluso malas....

Ojalá les guste mi Fic, "Alien War". Y saben, viendo con ojos más visionarios, hasta podría escribir un cuento, pero incluyendo hechos más fantásticos y completos... Que dicen?

Gracias x3 Ya subo el otro Cap. hoy quizás no sé :S Esperaré a que alguien más comente para que no haga doblepost ;3
Gracias por el +REP!

Owo un guerrero amigo de Yahimoon x3 está genial el capitulo, y Yahi mató a un trellator te doy un +Rep :3

Ahora el Cap. 4!!

Capítulo 4: El diamante de Elbhia

Al término del bosque de Utumot, vivía una bruja alienígena. De espalda encorvada, piel azul oscura, garras blancas y largas. Usaba una capa negra y larga, con la cual se cubría el rostro y parte de su cuerpo.

Yahimoon y Warfu avanzaban tranquilos por el sendero. Warfu cargaba la espada diagonal en su espalda. Tenía el torso descubierto como buen cazador, y un taparrabo de cuero de trellator para cubrirse. Tenía un larga trenza, como símbolo de "alien hunter". En su cuerpo llevaba muchos tatuajes que brillaban en la oscuridad. Yahi llevaba una manta en la espalda y traía su espada en la cintura. Colgaba de su cuello un diamante "protector" que según la leyenda de los monarcas, brindaba protección y la mano de "Elbhia" (protectora de los príncipes). Proporcionaba poderes sobrenaturales y fantásticos en cualquier heredero que pidiera su ayuda en los casos más extremos de necesidad.

Cuando ya hubieron avanzado un largo trecho, se toparon con una manada de sikas (venado sica; animal) (que tenían la particularidad de ser carnívoros, a diferencia de los demás), que vagaban por los terrenos en busca de alimento. Pero lamentablemente los trellators que avanzaban al oeste, habían tenido un gran festín con toda la carne que hallaron. El sika macho, o Macho Alfa del grupo, se le acercó a Warfu, temeroso al ver su espada. Comenzó a gritar muy fuerte, como dando llantos de dolor. Yahi siento compasión de los pobres animales, y tomando una rama puntiaguda, la lanzó contra un ave que volaba por allí. Para suerte suya, el pájaro cayó herido. De éste pudo rescatar algo de carne que serviría al menos para alimentar a los recién nacidos y jóvenes.

Esa noche, los sikas durmieron junto a Yahi y Warfu. El príncipe se armó de un arco y una docena de flechas, con las cuales cazó varias aves. A la mañana siguiente, cuando el sol brillaba en todo su esplendor, reunió a toda la manada y la alimentó. Trajo agua en canastas que el mismo hizo, e hizo que todos bebieran.

Yahimoon: Coman y beban tranquilos amigos...*un bebé sika se le acercó cariñoso y los acarició con su hocico* Aw, que pequeño eres, seguro serás un gran cazador cuando grande. Guiarás a toda la manada y serás muy poderoso... *el sika corrió en círculos frente a él, sonriendo con ojos saltones de alegría. De pronto, escuchó una leve sacudida entre los arbustos* Que pasa?

El macho sika alertó a todos la presencia de alguien. Warfu y Yahi sacaron sus filosas espadas y se pusieron en guardia, listos para responder a cualquier intervención o ataque. De entre los matorrales, una mujer anciana salió gritando desesperada pidiendo auxilio.

Mujer: Ayuda, ayuda! No me ataquen, se los suplico! Piedad, piedad!

Warfu: *sorprendido* Calma, calma, mujer! Que le ocurre?

Mujer: No, no! Se llevaron todo! Se llevaron a mis hijos, a mi esposo! No, no, no! Estoy sola! Me quitaron mi hogar! Estoy sola, piedad, piedad! *la mujer comenzó a soltar lágrimas que sucedieron un fuerte y desconsolado llanto*

Warfu: Quién fue, quiénes!?

Mujer: No lo sé! Iban armados con coraza y escudo! Llevaban lanzas e iban arriba de motos voladoras!

Yahimoon: Speeders...

Warfu: Speeders??

Yahimoon: Sí... Seguro son los Caballeros del Norte... Vienes de las cuevas del volcán de Munkamen. Se suponía que habían muerto hace 1000 años...

Warfu: Hace 1000 años?? pues entonces como están vivos? Estás seguro que fueron ellos?

Yahimoon: Supongo, pero no sabremos hasta indagar más..

Ambos jóvenes tentados por la preocupación se subieron a los sikas (que para ser exactos eran enormes) y comenzaron a galopar sobre los senderos que conducían a la salida de Utumot.

Pero no sabían que les tenía preparado aquella misteriosa mujer. En realidad, era una bruja, "descendiente" de os Caballeros del Norte". Había espiado a Yahi y Warfu desde que se reunieron después de la muerte del trellator. Ansiaba el diamante de Yahimoon, que como ya dije, proporcionaba poderes mágicos a quién pedía ayuda. Pero lo que no sabía, era que este solo les servía a los monarcas o hijos de monarcas, y sobre todo, en casos muy extremos.

Cuando llegaron a la casa supuestamente destruida, se bajaron de los sikas y corrieron a la puerta. La estructura estaba completamente en buen estado. De pronto, de un salto, la mujer se les tiró encima y los sujetó con una cuerda nueva.

Yahimoon: Pero, que hace!! *gritando con dolor por la cuerda que ahora lo mantenía sujeto, de la cual se sentía un ardor que quemaba hasta adentro* Suéltenos!

Warfu: Déjenos!! Que quiere!!

Mujer: No se los diré pequeños jóvenes! Tampoco lo sabrán! Porque estarán muertos! JAJAJA... *dando carcajadas malévolas y estremecedoras*

Warfu: Suelte esa cuerda o prometo que la enviaré al oeste donde se la comerán los trellators!

Mujer: Nunca!!

Warfu al verse envuelto en tan dolorosa situación, estalló en rabia y con una fuerza increíble cortó las cuerdas. La mujer sacó una daga y la lanzó al cuello de Warfu, el cual la esquivó rápidamente y dando un salto en el aire, tomó la cuerda y le agarró los pies a la mujer. Esta cayó de golpe al suelo y comenzó a pronunciar extrañas frases. Una llamarada de fuego salió disparada de la chimenea hacia Warfu y Yahimoon, los cuales no tuvieron más opción que soltar a la bruja y correr hacia un lado. Los sikas se abalanzaron contra la mujer, clavando sus colmillos en ella, pero esta no alcanzó a recibir ninguna herida pues se elevó en el aire y se convirtió de alien a ave de rapiña. Se tiró en picada contra los jóvenes y éstos usando una rama como impulso, saltaron sobre ella y le agarraron las plumas del cuello para comandarla. El ave se transformó otra vez en alien y dando un grito agudo lanzó un hechizo en Yahi, el cual se desmayó al instante. Warfu quedó inmóvil también, dormido en la magia que la hechicera había provocado en él. La mujer quitó el diamante de Yahi. Se lo ató a su cuello y comenzó a llamar a Elbhia. Esta era una ángel alienígena. De cabellos negros y piel morena. Vestida de blanco con pulseras y pendientes de oro y plata. Sus ojos eran penetradores y fijos, y se clavaban en la mirada de aquellos que tenían un mal corazón, haciéndolos caer en un profundo sueño.

Mujer: Majestuosa Elbhia, suplico a ti que me concedas mi más ferviente deseo.

Elbhia: Mujer, acaso tú eres de sangre Suprema?

Mujer: Sí, Majestad. Soy heredera al trono de Munkamen. De sangre Suprema y sagrada.

Elbhia: Mmm... dame tu mano...

Mujer: *extendió su brazo, y conjuró en su mente un hechizo para que solo la sangre de su mano se vuelva Real y Suprema* Tomé, mi Señora Elbhia.

Elbhia: *Tocando la mano de la mujer* Que deseo quieres?

Mujer: Pido a ti que me concedas el Gran Portal Akmec que tanto desean los habitantes de Tuktuh y Nether.

Elbhia: Dame tu otra mano, rápido!

Mujer: Pero si usted estaba revisando ésta, la otra no *muy nerviosa porque en la otra no tenía sangre Real*

Elbhia: Dámela, Hija de Vaymoon, si es lo que eres..

La mujer extendió temerosa su mano. Elbhia cerró los ojos y sintió la presencia de los enemigos letales, los Caballeros del Norte. Al sentir esto, su piel se volvió pálida y furiosa le gritó amenazadora:

Elbhia: Mujer, has querido engañar a la Suprema Elbhia! Por tanto hiciste esto, serás desterrada al mundo más infeliz del Universo. Tú y tu familia serán desdichados para toda la vida, y cuando pronuncien tu nombre, escupirán en el polvo, en memoria tuya! Pues desafiarme quisiste, tu recompensa tienes... *Elbhia desapareció y la Mujer estallando en pena, desapareció...*

Yahimoon y Warfu despertaron. Elbhia se le apareció a Yahi por la espalda, y dándole un beso en la cara, le entregó el Diamante. Los Sikas y los jóvenes siguieron su camino hacia el Portal del Sur, para emprender viaje en Tuktuh. Su destino era éste, liberar al pueblo de la maldad que les asechaba...

Y así culmina el cuarto capítulo... Emocionante, eh..? Ojalá les guste muuchoo!!

No me esperaba que hubiera tantos peligros en ese bosque,no tendrá que haber nada después del accidente....si.....lo queme (accidentalmente) con 7 años... ._.
mejor no debí de decir eso ¬_¬


+ rep

Y aquí está el Quinto (wow, como pasan los días, ya voy en el quinto :S) Cap.

Capítulo 5: El Portal del Sur

El día era hermoso. Brillaba el sol en todo su poder y esplendor. El Rey Vaymoon estaba profundamente preocupado por su hijo Yahimoon. Creía que había ido al campo como el le ordenó, pero campesinos le indicaron que no había rastros de él.

Por esta razón, envió un escuadrón de vigilancia, a buscar a su hijo. Luego, el ejército se dividió en dos; uno a la ciudad principal, y el otro, al bosque Utumot. Pero también envió espías por los diversos caminos secretos que llevaban al Portal del Sur, pues lo más probable era que Yahi pretendían emprender viaje a Tuktuh, donde la Princesa Cynder.

La Princesa de Tuktuh reposaba en su aposento luego de haber almorzado junto con su familia, en el Palacio. Extendió su brazo y posicionó su mano frente a su cara. De pronto, de su palma salió una bola de cristal azul que brillaba y se rotaba sobre si misma. A través de ella, observaba la triste realidad de su pueblo y Nether. Rompió en llanto, cuando la interrumpió un golpe en la puerta.

Sirviente: *tocando la puerta* Princesa Cynder! Noticias!

Cynder: *abrió la puerta* Que pasa?

Sirviente: Hay noticias de campesinos que se paseaban cerca del Portal del Sur, en Munkamen. Dicen que vieron a un grupo de Sikas y 2 jóvenes en dirección a Tuktuh. No saben quiénes son, pero algunos dicen que parecen espías. Ambos van armados, y uno de ellos lleva el diamante de Elbhia.

Cynder: Oh! Es el Príncipe de Munkamen! Que pretende viniendo hacia Tuktuh? Acaso viene a burlarse de nuestra guerra.

Sirviente: Otros campesinos aseguran haberlos oído conversando sobre usted.

Cynder: Mmm... Prepara mi thunder (rayo, especie de caballo muy veloz como el rayo) y dos escoltas, viajaré hacia el Portal del Sur esta tarde.

El sirviente corrió inmediatamente y fue a alistar a Vilus, el Thunder de la Princesa. Un caballo muy esbelto, fuerte y ágil, hijo de varias generaciones, pertenecientes a la Monarquía de Tuktuh. También, indicó a dos guardias, que escoltarán a la Princesa.

Mientras tanto, Cynder observaba por su bola mágica. Podía ver lo que quisiera, situó sus ojos en los jóvenes aventureros. Así era, un alien hunter, y el Príncipe de Munkamen, avanzaban cercanos al Portal. Ella los recibiría en el otro extremo, en sus tierras.

Cuando todo estuvo listo, partió al galope junto a su escoltas. Llegaron a Río Rip Rojo. Lo soldados no quisieron seguir, tenían miedo de pasar. Sus thunders no eran lo suficientemente fuertes para avanzar. En cambio, Vilus, no dudó en cruzar, y se perdió junto a su jinete, entre la espesa niebla que ahora invadía el aire.

En Munkamen, lejos ya de todo peligro en Utumot, la manada de Sikas y los dos jóvenes se encontraban cerca del Portal. Solo debían subir una colina poco empinada, entrar en la boca de la cueva y hallarían su entrada al otro planeta.

Yahimoon: Muy poco, Warfu...

Warfu: Si, muy poco falta... Subimos aquella colina y entraremos en la cueva...

Yahimoon: ¿Cómo se entra a esa cueva?

Warfu: Mira, pronuncia las palabras mágicas, y el Portal se abre como un ojo o una boca que comienza a succionar todo lo que está a su paso.

Yahimoon: Y las palabras? Las sabes?

Warfu: Todo alien hunter, para ser alien hunter, debe saber las palabras. Yo paso el Portal todo el tiempo... No hay problema...

Yahimoon: Ok, esperemos que así sea...

Cuando subieron la colina, admiraron la cueva, delicadamente tallada. Se tiraron de golpe al suelo y presenciaron el cielo; nublado y gris. Warfu, sintió la necesidad de mirar hacia atrás. Grande fue su sorpresa... Entre los árboles, se veían varias armaduras y espadas, pertenecientes a cuerpos altos de alienígenas.

Warfu: Agáchate, rápido! Nos espían!

Yahimoon: *susurrando* Quiénes?

Warfu: No lo sé, pero a parecer, son guardias del Palacio, te están buscando!

Yahimoon: Mi padre... Vamos, entremos a la cueva antes de que suban y nos encuentren!

Apresurados y nerviosos, se pusieron en pie y corrieron hacia la cueva. Warfu dijo las palabras mágicas: "Al debler ur tu mai, taks eu empray virfus..." La gran roca que cubría la entrada, se movió y una luz comenzó a brillar, creció y creció, hasta que se volvió un ojo que giraba. Luego, se convirtió en una boca, que aspiraba y succionaba todo lo que encontraba cerca. Yahi y Warfu cerraron los ojos y el Gran Portal, los tragó, literalmente.

A otro lado, Cynder esperaba pasiva detrás de un pino alien. Sacó minuciosa, su arco tallado y un par de flechas. Puso una sobre el arco, y esperó a que el Portal escupiera lo que había absorbido. Los Sikas, Warfu y Yahi, salieron disparados de la gran boca. Algo adoloridos. Cynder subió el arco y comenzó a apuntar. Tenía muchos blancos; los animales, y los aliens. Le llamó la atención el alien hunter. Procedió a apuntarlo. Pero Warfu tenía los sentidos muy desarrollados: En cuanto la Princesa soltó la flecha, Warfu se dio la media vuelta y sacó su espada a la velocidad del rayo. La puntiaguda flecha se quebró al chocar con tal filosa arma. Fue un acto sorprendente de agilidad, que hubiera querido presenciar. Cynder asombrada, sin darse cuenta, sacudió las hojas. El Sika macho alertó la presencia de un externo y con decidida ferocidad corrió hacia el pino alien, golpeándolo con sus patas. El árbol de sacudió y la sombra de la Princesa se movió rápidamente un poco más lejos. Decidida a lanzar una última flecha, puso el arco en posición, dirigida nuevamente a Warfu. Y Fuum! La flecha salió disparada. Esta vez, Warfu no alcanzó a esquivarla. Pero el Sika Macho viendo que la flecha se le venía encima, saltó en frente de ella para proteger al alien. El animal cayó pesadamente al suelo. Cynder, presa del dolor, corrió hacia él. Warfu y Yahi sin habla se arrodillaron sin pensarlo para intentar curar a su fiel amigo. La Princesa dejó caer lágrimas de frustración y resignación. Ya era la hora de partir de aquel Sika. Yahi, intentando salvar la vida de su amigo, llamó a Elbhia, comenzó como una súplica pero terminó en gritos y llanto. Elbhia, no vendría esta vez. Pero, ¿por qué no responder a la petición de un heredero? Nadie sabía las razones... El macho Alfa, ya había muerto. La tierra se volvió barro de tantas lágrimas. Los ojos estaban rojos y sus narices púrpuras. Los demás sikas se postraban y acariciaban el rostro del cadáver. Todo, ya estaba hecho...

Pasaron 2 horas en completo silencio, hasta que Cynder habló.

Cynder: Lo lamento tanto... Nunca pensé que este animal era tanto para ustedes.

Warfu: Intentaste matarme igual...

Cynder: Creí que eran extraños que venían a invadir Tuktuh!

Yahimoon: Que te hizo pensar eso?

Cynder: No lo sé, estoy presa del sufrimiento. Mi pueblo ha tenido tanto dolor, que ya no aguanto más... *quitándose la capa que llevaba puesta, dejando caer sus trenzas oscuras* Soy Cynder, Princesa de Tuktuh, les pagaré con inmensas tierra por la muerte de este animal.

Warfu: Pero! No te das cuenta? Una vida no iguala ni a un planeta entero!

Todos siguieron en completo silencio, una vez más Cynder habló:

Cynder: Tienes razón... Pero siempre se puede hacer algo... *extendió su mano e hizo aparecer sobre su palma la misma bola de cristal. La puso sobre el corazón del cadáver, y cerrando los ojos, llamó a la Protectora de la Princesas de todos los Reinos, la cual tenía por nombre Imbhie. Esta apareció como un ángel, y con su largo vestido cubrió al animal, llevándolo a donde quien sabe.

Yahimoon: Que pasó?

Cynder: Tu amigo ya no está en tierra. Imbhie se lo ha llevado a su hogar. Allí lo protegerá hasta que el sika vuelva a despertar de su sueño. Cuando despierte, lo regresará a nosotros, cuando más lo necesitemos.

Todos sonrieron en paz y tranquilos de que su compañero estaba bien, y que no lo habían perdido para siempre. Cynder, los Sikas, Yahi y Warfu conversaron largo rato y se dirigieron al Palacio. Camino a él, el Príncipe le contará sobre el tema que tanto había estado dando vueltas sobre el Portal Akmec, situación que dará paso a nuevas y próximas aventuras...

Y ese fue el quinto cap.! Me dio pena que el Sika macho halla muerto :( Pero así son las historias. Y no se preocupen, volverá, cuando menos lo esperen...

Cynder, no te culpo por haber herido al sika xD Mentira... jeje :) Lo que tu personaje hizo, está bien, porque gracias a esto, muchas sorpresas y cosas ocurrirán, bien hecho!! xD Esperen el próximo Cap. que se viene mañana. Les doy un adelanto:

"El Nuevo grupo de compañeros se dispone a emprender viaje hacia el Palacio e Tuktuh. Pero el camino no será fácil. Yahi buscará el momento para explicarle a Cynder lo que ocurre y la solución a sus problemas"

Adiós! Espero que lean y se apunten para participar en mi Fic :)