El violín de Pandora.

Recuerdo del primer mensaje :

Título: El violín de Pandora
Personajes: Pandora, Luna, Jazz, Rick, Mad (y más, que ya iré viendo)
Sinopsis:
Pandora es una chica de 17 años, su padre es luthier y ella sabe tocar muy bien la guitarra y el bajo. Un día hace su primer instrumento, un violín, y cuando empieza a tocarlo, sucede algo muy raro, aparece en otro mundo. Pero, ¿por qué? ¿Y para qué? No lo sabe. No sabe lo que va a pasar, nadie lo sabe.

De camino a casa, no había ni un alma en la calle.
Llevaba toda la mañana pensando en el trabajo que tenía entre manos en el taller de papá.
Un violín. Concretamente medía 15 centímetros de largo, lo recuerdo. Aunque era el primer instrumento que hacía, y me estaba saliendo muy mal.
-¡Pandora!¡Pandora! -me di la vuelta.-Te olvidabas el libro de latín.
-Ah, gracias... Perdona... ¿Quién eres?
-Soy Luke, estoy en tu clase...
-¡Ah, ya, Luke! -¿quién?- Muchas gracias, muchas gracias, no me había dado cuenta.
-De nada. ¡Adiós!
Luke se fue corriendo. ¿Quién diablos...? Dijo que estaba en mi clase, pero no sabía quién era. No me sonaba. En cualquier caso, me había dado mi libro de latín.
Cuando vi a mi padre subido en el tejado de la casa tocando el violonchelo, suspiré. "¡El aire, el aire y los violonchelos se llevan muy bien!", me decía siempre. El aire desafina los instrumentos de cuerda. Pero, en fin, si a él le gustaba...

Subí a mi cuarto y solté la mochila en la cama, tiré el libro, rebotó y cayó al suelo. Hice ademán de cogerlo, pero al final no lo hice y bajé al taller.
La silueta del violín casi acabado se veía a contraluz por la luz de la lámpara de papá.
Lo cogí y le coloqué las cuerdas. No estaba tan mal. No, de hecho estaba bien.
Estaba fatal.
Sonaba muy mal, no conseguía dar bien ni una nota.
"A lo mejor es el palo este", pensé. Y cogí uno de papá. "Ahooora."
Toqué una melodía, supongo que mal, porque no sabía tocar bien, y cuando di un "la", desapareció la mesa de trabajo. Y después la lámpara. Luego la madera, las guitarras, los violines, ¡todo! Miraba a mi alrededor y todo desaparecía, ¿qué pasaba?
Entonces me cayó una estantería encima y perdí el conocimiento.

Cuando desperté, tenía el maldito violín en la mano izquierda, y el palo en la derecha. Estaba en un prado, Dios santo, ¿había muerto?
Entonces vi una imagen que se acercaba corriendo a mí. Rapidísimo. Endiabladamente rápido.
Empezó a gritar, y a gritar, como un loco, y le salieron dos brazos de debajo de los suyos. Se estiraron y vinieron hacia mí. Cuanto más cerca estaba, los gritos se entendían mejor: "¡Huye, huye!". Vaya. Estaban a punto de alcanzarme. Entonces me levanté y eché a correr. Me estaba quedando sin aliento, la boca me sabía a sangre, casi no podía respirar, llevaba más de media hora corriendo campo a través, sin árboles ni sitios donde esconderme. Miré una vez atrás, un segundo. El chico seguía corriendo y gritando. Volví a mirar hacia delante y vi lo que me tocaba, un precipicio. Sin pensármelo dos veces, hice un último esfuerzo y lo salté.

Shadow escribió:¡Mis respetos!, Al fin alguien que entiende que así es mejor.

Te llevas un +Rep por mi parte y un sincero: Espero el siguiente capítulo...

Por cierto, te recomendaría leer la parte de reglas de los fics. Algo así, estaría un poco mejor organizado. Y, una pequeña corrección: Se dice "A campo traviesa".

Está muy corto :3, pero creo que esto cuenta como prólogo. Pásate por mi fic =3.

¡Saludos!

Ya he revisado las reglas, jaja, ¡gracias!, lo he puesto bien ya. Pero no sé, yo siempre he escuchado "Campo a través", así que no sé, jejeje... Me leeré tu fic :D Y gracias por la Rep :3

Pues eso, espero un segundo capitulo.

Por cada capítulo que hagas es un punto que se lleva Hufflpuff ok no

Suerte con los próximos y espero que sean tan curiosos y entretenidos como este primero.

Para los que se quejaron de que era un poco corto... Jeje, aquí tenéis el cap 2. Espero que os agrade.
Capítulo 2 // El violín de Pandora

El chico me alcanzó con sus manos en el aire, justo antes de caer, y me arrastraron cogida del cuello hasta él. Me arañó la ropa y las piernas, y las tenía llenas de sangre. Hacía mucho frío, y tenía los dedos de las manos entumecidos. Apenas podía respirar, y el violín, que no quería soltar, se resbalaba de mis manos. Y entonces tuve una idea; empecé a darle golpes a las manos del chico con él, y retrocedieron. Vi cómo se hundían en el tronco de aquel chico, que llevaba colgada una guitarra a la espalda.
-¿Estás bien? -dijo sin aliento.
-¡No!¡Tus manos acaban de cogerme del cuello y casi me matas! ¿Crees que puedo estar bien?
-Perdónalas, no puedo controlarlas... Y no estaba enfadado... Tú no eres de por aquí, ¿verdad? Si no hubieran detectado algo raro, no habrían ido a por ti.
-¿Me estás llamando "algo raro"?
-No has respondido a mi pregunta.
-No, no soy de aquí. De hecho, no sé ni dónde estoy, y no sé por qué demonios han salido dos brazos que se alargan y se encogen de ti, ¡ni siquiera sé quién eres tú!
El chico se agachó y miró el violín. Se frotó la barbilla.
-¿Lo has hecho tú?
-Sí, lo sé, está mal, es el primer instrum...
-¿En serio? Esto es digno del mejor luthier de la región de Cuerda Frotada -¿de dónde?- ¿De verdad lo has hecho tú?
-Que sí.
-¿Cómo decías que te llamabas?
-No lo he dicho. Me llamo Pandora.
-Vale. Voy a llevarte al ayuntamiento. -me tendió la mano.
-¿Quién eres tú?
-Jazz,el diablo de las cuer-- ¡Oh Dios mío, allí hay una avispa, qué miedo, correeeeeeeeeee!
Y antes de que pudiera reaccionar, me cogió del brazo y empezó a correr rapidísimo. Yo no podía seguir su ritmo, y tropezaba torpemente con algunas rocas pequeñas. Además, tenía las piernas hechas polvo, y no paraba de correr. Aproximadamente treinta minutos después, empezaron a verse edificios y casas, y una torre altísima de cristal.
-¿Sigue ahí la avispa? -dijo Jazz sin mirar hacia atrás.
Miré.
-¡No!¡Para de correr, por favor!
-¿Estás cansada?
-¡Sí!
Paró en seco, me soltó de la mano y mi codo se estampó contra el suelo.
-Debilucha...
Me levanté y le miré con cara de odio. Él se rio. Miré a sus espaldas y vi una ciudad enorme, con edificios altos y el suelo empedrado lleno de figuras musicales, y muchas claves de Sol y de Fa en los edificios.
-Bienvenida a la capital de la Región de la Cuerda.
-¿Qué?
-Voy a llevarte al ayuntamiento para que miren el violín que has hecho.
-¡No! ¡Vas a llevarme a mi casa! –dije, y me senté en el suelo.
Me miró y suspiró.
-Vamos…
-¡No!
-Levántate de ahí…
-¡Que no quiero!
La guitarra que tenía a la espalda giró y se puso en su pecho. Sacó los otros brazos de debajo de los suyos y se puso a tocar una canción de Heavy Metal. Se le veía enfadado.
-¡Levántate ya, maldita sea!
Me cogió del cuello con los otros brazos y me levantó, mientras seguía tocando la guitarra. Empecé a darle patadas, pero no me soltaba, y casi no podía respirar otra vez. Esto no iba a ser bueno para mis tráqueas.
-¡Vale!...¡Suéltame!...
Entonces sentí un gran alivio al caer al suelo. La guitarra volvió a su espalda y sus otros brazos a sus costillas. Dio media vuelta con mi violín y se fue andando. Me levanté y le seguí detrás suya; prefería no ponerme a su lado. Para entrar a la ciudad había que cruzar un larguísimo puente que era el mástil de una guitarra, y debajo de él, en el mar, se veían barcos con la forma de violonchelos y arpas.
Al entrar se veían muchos árboles rodeando las calles y gente tocando la guitarra española y la acordeón en las esquinas. Había una plaza enorme y redonda con una doble corchea en medio y muchos bancos y fuentecitas a su alrededor. Muchos niños habían hecho tirachinas con las cuerdas que se usan para una guitarra y estaban practicando su puntería, y un grupo de niñas estaban tocando liras y riéndose.
Al ver todo esto, sonreí, porque era todo muy musical, y en vez de los motores y los pitidos de los coches, lo único malo que se oía eran cuerdas mal pulsadas, o voces desafinadas.
Seguíamos avanzando, y cuanto más nos adentrábamos en la ciudad, más me gustaba; la mayoría de las tiendas estaban especializadas en música e instrumentos, había muchísimas tiendas de discos, y por ahora había visto tres conservatorios distintos, ¡en una sola ciudad! Jazz me miró y volvió la mirada hacia delante.
Entonces, me di cuenta de que todo el mundo me estaba mirando. Iban todos muy elegantes, y vestían ropa propia del siglo XVI, y yo llevaba una sudadera, unos pitillos y unas deportivas. Jazz me cogió de la mano y me metió en una tienda de ropa.
-Lo primero que tienes que hacer es vestirte adecuadamente, no había pensado en eso.
-¿Por qué? Lo único malo que puede pasar es que me miren raro.
-El problema es que… ¡Hola! –giré la cabeza y había una dependienta de la tienda detrás de mí. –Venimos a por ropa para esta niña.
-¡Tengo 17 años!
-Y yo seiscientos cuarenta y dos, y no voy presumiendo por ahí.
La mujer me llevó a un probador y Jazz se sentó y se puso a tocar la guitarra. Para lo moderno que era todo, la ropa se quedaba anticuada. Me empezó a dar ropa y dijo que eligiera el conjunto que más me gustara.
-¿Tiene algo más… negro?
-No. –dijo, y se fue cerrando la puerta del probador.
Tenía que elegir entre un conjunto blanco (no), uno marrón y amarillo (para nada), uno marrón y beige (ni hablar), y uno gris y blanco. Todos ellos parecían uniforme de colegios privados. Eran blusas con una falda con tirantes y calcetines que llegaban hasta las rodillas. Ay… Me cogí el gris y blanco.
Salí, poco convencida, y vi a Jazz pagando. Salimos de allí.
-¡Espera! ¿Dónde está mi ropa?
-La habrán incinerado.
-¡¿Incinerado?! ¡Llevaba mi camiseta firmada por Mick Jagger!
-¿Mick quién? Bueno. De todas maneras, no deberías haberte puesto ropa tan preciada.
-¡Pero es que no sabía que iba a entrar aquí!
-Que era broma, tonta, está en esta bolsa todo. –dijo, y me enseñó un saco de tela.
Suspiré y se rio. Seguimos nuestro camino al ayuntamiento. Parecía que no llegábamos nunca. Nos metíamos por callejones sin salida, y teníamos que trepar paredes para pasar a otros callejones y salir a otras calles más grandes, pero en ninguna estaba el ayuntamiento. Llevaba unos zapatos incomodísimos, y con la falda me costaba saltar y trepar. Me gustaría llevar mi ropa antigua.
-¿Falta mucho?
-No. De hecho, está ahí delante. –señaló un edificio enorme con forma de piano.
Me quedé boquiabierta. No pegaba entre tantos edificios de tipo medieval y todo eso. Cuando llegamos a las escaleras que había para subir al edificio, un chico con una sudadera naranja y unos pantalones vaqueros negros salió rodando por una puerta, y bajó las escaleras… Bueno, rodando también.
-¡Mad! ¿Pero qué te ha pasado? – Jazz fue corriendo hacia él.
Yo me acerqué un poco.
-¡Me han echado! ¡Ha venido un nuevo ayudante, y le han aceptado a él! ¡Ni siquiera sabe tocar la guitarra! –se echó a llorar en el suelo, y a rodar de lado a lado mientras lo hacía.
-¿Quién te ha echado?
-¡Unos guardaespaldas! Me han cogido y me han tirado escaleras abajo y luego por la puerta… Ni siquiera me han dado mi guitarra… Ni mis cosas…
-Bueno… Si quieres puedes quedarte una temporada en mi casa.
Entonces se abrió la puerta principal y una funda de guitarra negra salió volando. El chico, al parecer llamado Mad, se levantó corriendo y la atrapó en el aire. Se quedó en equilibrio entre una fuente y el suelo. Jazz fue a cogerle, pero Mad se cayó de espaldas y salpicó todo.
Se veía a Mad, con todo el cuerpo dentro del agua, excepto los brazos, que estaban fuera, sosteniendo la funda de la guitarra. Jazz se tiró a la fuente y cogió la guitarra, me la lanzó y sacó a Mad de la fuente, que se volvió a tirar al suelo y a llorar.
-¡Toda mi vida aquí! ¡Y ahora llega ese tío y me echaaaan! ¡No es justo!
Jazz puso los ojos en blanco y se agachó junto a él.
-Ve a mi casa. Guarda la guitarra, sécate, y haz lo que quieras. Pero ahora estoy ocupado. Luego hablamos.
-Vale…
Después de que se fuera -chorreando-, Jazz y yo subimos al piso de arriba y entramos en una sala con una puerta enorme. Y había una mujer de espaldas a nosotros, tocando el piano. Se dio la vuelta y nos miró.

Pedazo de cap. me encanto, sigue así.
+REP
Está muy interesante, ojalá existiera una ciudad así :yaoming:

Un pequeño detalle. Clave de Do... Es utilizada para la viola... Por ejemplo...

En fin, me gusta el fic, pero ahora que me doy cuenta, creo que no estas muy familiarizada con los instrumentos de cuerda... Me he dado cuenta por algunos pequeños detalles, palo... Violín de 15 cm...

En fin. Te felicito por tu ortografía, por eso te llevas un +Rep, y te daría otro, pero no puedo, por la historia como tal xd...

Saludos!

PD: Digo lo de la clave de Do por la parte de "Se veían claves de Sol y de Fa"

♠Shadow♠ escribió:Un pequeño detalle. Clave de Do... Es utilizada para la viola... Por ejemplo...

En fin, me gusta el fic, pero ahora que me doy cuenta, creo que no estas muy familiarizada con los instrumentos de cuerda... Me he dado cuenta por algunos pequeños detalles, palo... Violín de 15 cm...

En fin. Te felicito por tu ortografía, por eso te llevas un +Rep, y te daría otro, pero no puedo, por la historia como tal xd...

Saludos!

PD: Digo lo de la clave de Do por la parte de "Se veían claves de Sol y de Fa"

Mmmm... Gracias por el +Rep xD

No sabía lo de la clave de Do, he puesto las que me han enseñado en el instituto, y bueno, no estoy en solfeo ni nada. Toco la guitarra, ningún otro instrumento de cuerda, aunque el año que viene empezaré con el violín. La historia está en primera persona, sí. No es por mi parte, sé que el palo del violín se llama arco xD
Bueno... de todas maneras gracias. Piensa que sólo tengo 13 años, y que al menos no soy una raeggetonera ni nada de eso y me gusta la música de verdad (si te gusta el raeggeton no quiero ofenfer D:)
Pero que me alegro de que te guste. Intentaré mejorar el 3er capítulo.