Las Pokéaventuras de Harof

Recuerdo del primer mensaje :

¡Bienvenidos a este FIC!

El FIC "Las Pokéaventuras de Harof" se basará principalmente en la saga de Nintendo Pokémon, así que bueno, aquí tenéis el Miniprólogo y el Inicio del FIC, pronto...el primer capítulo.

Por si os interesa salir en el FIC, mandadme un MP con los siguientes guiones:

@Nombre Entrenador (se pide nombre normal, sin caracteres raros ni símbolos. Por si surgen dudas, el Entrenador será obligatoriamente un humano)

@Vestimenta Entrenador (si es posible, la descripción deberá ser con todo detalle)

@Pokémon acompañante/amigo (éste no estará en Poké Ball, sino en compañía de su entrenador. Se pide que no sea de grandes dimensiones)





MINIPRÓLOGO (NO HAY MUCHO QUE EXPLICAR)

La Región de Xílef, conocida por su gran variedad de Pokémon de tipo agua, es el nuevo destino de Harof, el joven entrenador Pokémon inexperto. Acompaña a Harof en su aventura Pokémon...¡quién sabe, a lo mejor sales como entrenador tú también!



INTRO


Salté de la cama entusiasmado nada más que sonó mi despertador, miré a través de la ventana, mirando el tiempo que hacía y me dije: "Hoy es un día diferente" Me vestí rápido mi camiseta amarilla de mangas largas azules, un pantalón vaquero azul, unos botines azules, una gorra...también azul y mi preciada bufanda roja. ¿Por qué todo eso? Bien, porque en la región donde voy hace bastante frío. La región de Xílef, conocida por su variedad de pokemon tipo agua, mis favoritos. Ya vestido, hice mi maleta...aunque lo único que llevaría sería un cuaderno, mi diario, una manzana y una lata de refresco para ir por el camino. Me puse la mochila, me lavé la cara, me peiné levemente mi flequillo color castaño y salí de mi casa, sin desayunar ni nada. Como en mi región, Knut, no hace mucho frío, llevé la bufanda atada a mi mano derecha, para que no llegara a darme calor.

Para llegar de la región de Knut a la de Xílef solo hace falta tomar un camino de tierra con arbustos a los laterales, sin faltar los árboles que poco a poco iban dejando ver menos a lo lejos. Lo malo del camino es que es más bien aburrido y largo, como unos 6 kikómetros...Miré mi reloj, agotado, y luego miré el cielo nublado, tomé la decisión de abrir mi mochila y coger el refresco y la manzana. Conforme iba avanzando, unos truenos débiles anunciaban que iba a llover dentro de nada. Abrí mi lata, bebí un trago y de pronto...oí un ruidillo que provenía de los arbustos. Sin miedo, me acerqué y tras el arbusto, una criatura azul, con dos bolitas blancas en los orificios nasales y una "masa blanca", por así decirlo, rodeando su cuello me miraba tumbado sobre el césped al lado de un árbol. Estaba claro...¡era Froakie, mi pokemon favorito! Estaba entusiasmado, siempre había oído hablar de Froakie en mi región, pero nunca había visto uno. Ahora sé que ese "ruidillo" era su grito.
Froakie dejó de mirarme y comenzó a fijarse en la manzana, hizo de nuevo ese grito, pero entristecido, posando sus pequeñas manitas blancas como guantes en su tripa.

-Oye...¿tienes hambre?-le pregunté sabiendo de qué iba-¿quieres la manzana, no?

Me salté el arbusto dando una carrerilla antes y me senté al lado de Froakie, aunque a este parece que solo le importaba la manzana. Posé la lata junto al árbol para que no se cayera, y ahí, decidí darle la manzana que, al parecer, tanto deseaba. Y sí, lo afirmo, porque empezó a darle bocaditos con ansia. Me levanté y volví al camino, saltándome de nuevo el arbusto, sin olvidarme del refresco. Alcé la mano como despedida y dije:

-Que disfrutes tu manzana, adiós.

Feliz por haber visto un Froakie, emprendí de nuevo mi camino hacia la región de Xílef. A los 15 minutos, una gota cayó en el borde de la lata, por lo que me percaté de que enseguida iba a llover. Pensé en darme un poco más de prisa, pero aún estaba lejos y, además, las gotas se multiplicaban por segundos. Decidí refugiarme de la lluvia en un árbol detrás de los arbustos, parecido al de antes. Me terminé el refresco de pie y metí la lata vacía en mi mochila, para a continuación, tumbarme de espaldas al árbol. Esperando a que el clima se calmara, poco a poco, me entraba sueño e iba cerrando los ojos, intentando mantenerme despierto, pero la soñalera me venció.

Súbitamente, algo me tocó, por lo que me asusté y pegué un pequeño grito, levantando la cabeza del árbol. De nuevo, el Froakie, acomodado en mi cintura estaba preparado para echarse una siesta:

-¿Será el mismo de antes?-me pregunté a mí mismo.

Al momento, pude ver que al lado de Froakie había una manzana, bueno, lo poco que quedaba de ella...seguro, era el mismo. También me pude percatar de una pequeña franja blanca que tenía encima de las dos bolitas, eso no era normal, es como si fuera una marca o algo por el estilo, ya que los froakie no tienen dicha franja. Le dejé que se dormiera para observarlo...no me podía creer que un Froakie, por saciarle el hambre que tenía te diera tanto cariño. Pero de nuevo, el sueño me venció.

Ay se me antojó la manzana de froakie :C

Buen Fic Koopa Hoopa, ahora entiendo tu avatar jeje.. por favor continualo que me gustó muchísimo :yoshih:

Perdón por el retraso XD

CAPÍTULO 2: EL PROFESOR DAVY

Froakie, su manzana y yo seguimos caminando por las encharcadas calles de la Región de Xílef, pero aunque hace nada ha dejado de llover, el cielo aseguraba que dentro de nada volvería a caer agua. Poco a poco el Centro Pokémon se hacía más grande, conforme avanzábamos. La calle aún seguía desierta, ni un alma había por aquí, pero aun así, la región parecía viva, incluso con un cielo tan triste y blanco como el que estaba presente ahora mismo.

Al fin, después de la larga calle principal, llegamos a una gran plaza circular con losetas grises rodeando unos jardines junto al lado del Centro Pokémon. El Centro Pokémon tenía un color anaranjado con forma piramidal por los lados, pero justo el lado del frente, el que veo yo, era plano. Aunque fuese piramidal, más o menos, la parte superior no acababa en punta, sino en una superficie rectangular vallada, quizás sea alguna azotea o algo parecido. Por todos los lados tenían unos grandes ventanales que algunos de ellos estaba abiertos de par en par.

Sin pisar los jardines, siguiendo las losetas grises, nos encaminamos a una puerta de cristal que se abrió sola, dándonos paso a una gran sala con el mismo color que las paredes del exterior.

En esta sala se podían ver carteles de "Liga Pokémon: Liga Xílef" en el que estaban presentes Greninja, Quilava y Venusaur, junto a una frase que decía "¿Preparado para ser el mejor?"

Justo debajo del cartel, una mesa con panfletos al lado de unas sillas aparentemente cómodas de color azul añil, me llamaron la atención. Me senté al lado de la mesa y comencé a leer uno de ellos. En él se podía ver lo mismo prácticamente que lo del cartel, pero dándole la vuelta al panfleto hallé más información:

"Liga Pokémon de Xílef. Enseña tus habilidades como entrendor Pokémon en la Liga Xílef y demuestra que eres el Maestro Pokémon de la región.

Fecha: 4 de diciembre de 2014
Campo de Batalla: Aqua Stadium
Requisitos: Incripción con 2 meses de antelación. Se necesitan al menos 8 medallas diferentes de Gimnasios."

El 4 de diciembre es hoy, es lo mismo que me dijo Lart, la cocinera. Pero bueno, para entrar en la Liga Xílef aún me queda bastante, hasta que no consiga 8 medallas...¡puf, son muchas!

-Tendremos que esforzarnos Froakie-le dije, mientras me miraba dubitativo.

Me quedé embobado con aquel panfleto, quiero ganar la Liga Xílef alguna vez, pero no me puedo proponer una meta tan larga, primero debo capturar mi primer Pokémon, pero ahora que lo pienso...¡no estoy equipado y además no sé dónde está ese profesor Davy! Me levanté y me encaminé hacia otra puerta de cristal, que se abrió al acercarme. La puerta dividía la pequeña salita donde estaba antes de una gran sala rectangular de color naranja, con un gran mostrador en frente, donde en ella se podía ver a una mujer de cabellos color mango, que mantenían una gorra de enfermera muy bien centrada sobre su cabeza, no dudé en ir hacia ella...

-Buenas tardes chico-dijo ella con alegría-soy la enfermera Velatrice
-Hola, buenas-respondí.
-Pues tú dirás...-dijo, mirándome unos breves instantes.
-Me preguntaba dónde podría ver al profesor Davy.
-¿El profesor Davy?-se preguntó a ella misma-justo cuando sales del Centro Pokémon, en el patio, si giras a la izquierda y sigues todo el camino recto al final te toparás con una casa con jardín, pues esa es su morada.
-Muchas gracias.
-¿De dónde vienes?
-Me llamo Harof y soy de la Región Knut-respondí-quiero ser entrenador Pokémon, por eso busco al profesor Davy.
-Entiendo, pues te deseo suerte, y no te pierdas Harof
-Gracias, hasta luego enfermera Velatrice.

Me di la vuelta y salí por las dos puertas de cristal automáticas, seguido de Froakie, al que la manzana se le quedó pequeña. Justo en el patio delantero del Centro Pokémon, me di cuenta de que había entrado para ver cómo era, pero bueno, al menos ya sé dónde está el profesor Davy.

-¡Vamos Froakie, el profesor Davy nos espera!-dije alzando la voz.

Froakie dijo su nombre con entusiasmo, dando un paso alante y cerrando los ojos, mientras su boca se tornaba una pequeña sonrisa. Pues como dijo la enfermera Velatrice, fuimos a la izquierda y seguimos todo recto, durante un corto camino con más arbustos y más árboles. Dimos con una casa bastante bonita, hecha de ladrillos grises, al igual que la larga escalera que la conducía, suponí que era del profesor Davy, pero lo aseguré por la placa cobriza que decía su nombre justo en la entrada. Subimos las escaleras con dificultad, ya que eran muy irregulares y de tamaños y alturas variadas. Toqué el timbre de al lado de la puerta y al mismo momento, alguien me abrió, asustándome por su efectividad al abrir la puerta.

-Buenas noches chico-dijo.
-Ehm...es de día-respondí mirándolo raro.
-Sí, estoy de acuerdo-dijo apoyándose en la puerta-¿eres Harof?
-Sí, quiero ser entrenador Pokémon profesor Davy
-Ya, normal-dijo, alargándome la mano-pasa Harof, estás en tu casa.

El profesor Davy parecía un hombre bastante...especial, raro, extraño. Tenía el pelo gris y bastante alborotado, acompañado de un bigote largo pero fino. Vestía una gabardina marrón que le llegaba a los tobillos, pero se le llegaba a ver las botas del mismo color que la gabardina. Me senté en el sofá, ofrecido por el profesor.

-¿Quieres un té?-preguntó detrás mía, de modo que no le podía ver.
-No, gracias
-Pero si hace mucho frío.
-Ya, pero no se me apetece.
-Lástima, porque ya está listo

Súbitamente su cabeza se puso en mi hombro y alargó la mano para poner una tacita de té decorada con Chikoritas. Este hombre me daba miedo, y al parecer a Froakie también, porque lo miraba de la misma manera que yo.

-Gracias-le agradecí.
-De nada chico-dijo sentándose en un sillón, al lado mía-dime, ¿qué te trae por aquí?
-Ya se lo he dicho, quiero ser entrenador Pokémon-respondí tranquilo.
-Ya, y seguro que también querrás ser el "Mejor Entrenador Pokémon"-dijo vacilando.
-No

El hombre se quedó paralizado, mientras que yo bebía un poco de té, que no estaba ni caliente.

-¿No?-preguntó para asegurar.
-No, solo quiero ser un Entrenador normal.
-Bueno...es raro, todos dicen lo mismo-dijo levantándose-¡se me olvidaba!

El profesor Davy se fue rápido por una puerta que había a mi derecha y apareció por detrás a una velocidad increíble, sin ni siquiera darme cuenta.

-Toma 5 Pokéballs y una Pokédex vacía-dijo dándomelo todo a la vez.
-Gracias profesor.
-¡Se me olvidaba!-exclamó de nuevo-te tengo que dar un Pokémon inicial, pero solo tengo dos, se me escapó un Froakie.

Rápidamente fijó la vista en Froakie, que éste parecía nervioso.

-Ese Froakie...-dijo pensando el profesor-¡tiene una línea blanca en la parte frontal!
-Exactamente.
-¡Vaya, lo has encontrado, es que se me perdió por el camino viniendo a la región!
-Pues si no le importa, ¿me lo puedo quedar?
-¡Claro, parece que sois amigos!
-Sí-dije mirándole raro de nuevo.
-¡Venga, prueba la Pokédex!-gritó cerca de mi oído.

Abrí la Pokédex, que se constituía simplemente de un holograma táctil y señalé a Froakie.

"Froakie, Pokémon tipo Agua. Protege su piel cubriendo el cuerpo con una fina capa de burbujas. Aunque parezca despreocupado, no deja de vigilar con astucia lo que le rodea."

Estaba alucinado, era la primera vez que usaba una Pokédex. Me quité la mochila de la espalda y metí en el agujero más grande la Pokédex y las Pokéballs que me ha dado el profesor Davy.

-Espero que tengas un buen viaje con tu Froakie-dijo el profesor justo cuando me acabé el té por completo.
-Muchísimas gracias profesor-agradecí, levantándo del sofá y encaminándome a la puerta.
-Por cierto, toma esta carta, me ha llegado para tí.

El profesor me dio una carta amarilla, pero no por antigua, y me la metí en el bolsillo, para leérla por el camino...ni siquiera vi quién me la ha escrito.

Bajando las escaleras, me despedí del profesor.

-¡Hasta luego profesor Davy!-dije-¡volveré pronto!
-¡Eso espero!-respondió-¡suerte con tu aventura!

Seguí mi camino de vuelta al Centro Pokémon.

ohhhh!!!

Me hace sentir como si viera una nueva temporada de pokemon en la TV :D

Yo quisiera adoptar un pokemon tambien pero no sabria ni como entrenarlo jejej

Buen capitulo +REP.

PD. +80 Puntos Artisticos y por favor siguele que me encanta mucho n.n

Gracias Yoshi GM :D

CAPÍTULO 3: MI NUEVO ALOJAMIENTO


Ya en el patio del Centro Pokémon, decidí abrir la carta esa que me dio el profesor Davy. En el sobre amarillo había unas letras perfectas de rojo en las que ponía:

"De: Mika
Para: Harof, de Ciudad Surema en la Región Knut"

No conocía a esa tal Mika, os lo aseguro, así que no sé por qué es para mí, pero bueno, leeré el mensaje:


"Hola, ¿qué tal, Harof? Espero que bien...no intentes hacer memoria, no me conoces, pero yo a tí un poco. Sé que ahora estás un poco perdido, sin lugar donde alojarte, sin pijama ni ropa limpia porque se te habrá olvidado, ¿no es así? Qué esperar de un inexperto. Bueno, pues no te preocupes, si quieres, que seguro que querrás, puedes quedarte en mi casa por el momento, ¿vale? Si te vas a venir tú sólo sigue las instrucciones de abajo de la carta y ya está. Si no te vienes, peor para tí... Suerte y no te pierdas, te esperamos aquí Harof. ¡Ah, por cierto! Seguro que no sabes ni en qué ciudad estás, ¿verdad? Pues te lo diré, estás en Ciudad Loto, como la flor de los nenúfares, en la Región Xílef, llamado así por el sabio de los Pokémon de agua, ya te contaré más.

1. Regresa a la Calle Principal desde el Centro Pokémon, donde estás ahora mismo.
2. El primer cruce que pilles, gira a la izquierda y sigue así todo recto, olvidándote de los demás cruces que halles.
3. Casi al final de la calle, ya que es sin salida, estaré yo y mi hermanita en la puerta esperándote, ¡no tardes!


Besos, Mika."


¡Vaya! No ha fallado nada no tengo pijama ni lugar donde alojarme, ni sabía qué ciudad era ésta ni nada, pues va a ser verdad que estoy perdido, pero ¿cómo lo sabía sin nisiquiera conocerme? Mejor ya le preguntaré. Rápidamente me metí la carta en la mochila.

-¡Venga Froakie, ya tenemos casa!-le dije, mientras el miraba el Centro Pokémon-y quizás también nuevos amigos.

Froakie dijo su nombre entusiasmado. De nuevo, nos adentramos en la Calle Principal, la cual seguía desierta, pero eso ahora no nos importaba mucho. El cielo se volvía cada vez más oscuro, miré mi reloj, que marcaba las 17:00, aunque no lo parecía. Llegamos al cruce que nos dijo Mika y torcimos a la izquierda, esta calle era muy parecida a la otra, pero mucho más estrecha. Nos topamos con dos cruces, pero seguimos siempre el camino del frente. Empecé a ver a lo lejos a una chica esperando en la calle, aceleré el paso, al igual que Froakie. Cuando me acerqué, la chica nada más que me vio me hizo esta pregunta:

-¿Qué tal Harof?

Mirando a Froakie antes, luego la miré a ella y le respondí:

-Bien, ¿tú eres Mika?
-¡Claro!-afirmó, dándome dos besos, uno en cada mejilla-parece que no te has perdido.
-No, era fácil llegar desde el Centro Pokémon.

La chica torció la mirada a Froakie y se abalazó sobre él, abrazándolo:

-¡Qué mono!-gritó

Froakie abrió la boca contento, haciendo un sonido que lo demostraba.

-¿Te has dado cuenta de la línea blanca que tiene aquí?-preguntó señalando.
-Sí, es curioso, no sé dónde se lo habrá hecho
-O a lo mejor lo tiene de nacimiento
-Quizás-respondí.
-Bueno, pasa Harof, sé bienvenido a mi casa
-Gracias Mika

La chica vestía un jersey naranja de manga larga, junto con unos vaqueros como los míos, igual de azul, pero ella destacaba por unos zapatos de color negro. Era rubia con ojos grandes y verdes, con una nariz pequeña. Además era más alta que yo, pero muy delgada.

Froakie y yo entramos en la casa de Mika, al principio había un largo pasillo con alfombras rojas en el suelo y paredes de madera oscuro, al parecer muy acogedor. El pasillo conducía únicamente a un lugar, el salón, dónde podíamos ver un largo sofá junto con un sillón, ambos de cara a la televisión, que estaba bajo un cuadro familiar, en el que aparecía Mika, una niña más pequeña, su aparente madre y aparente padre, pero tenía que confirmarlo:

-¿Son tus padres?-pregunté.

La chica me miró, y luego observó la imagen con pena.

-Sí, son mis padres-dijo, queriendo cambiar de tema rápidamente-te prepararé el almuerzo.
-Vale, gracias

Mika encendió la televisión y me cedió un asiento en el sofá, para después irse a la cocina, que estaba a mi izquierda. En la televisón se podía ver un combate Pokémon entre Delphox y un Blastoise, sobre una plataforma azul, en la que en el centro había un símbolo, como si fuese la fusión de las letras X y F. Me pude percatar de que eso era la Liga Xílef. ¡Era una pasada verlo! Tan apasionante, tan increíble...De pronto una niña, de pie detrás mía me miraba con una sonrisa sellada en su boca. La chica tenía en brazos a un Pichu, Pokémon tipo eléctrico como ya sabréis.

-¿Eres Harof?-preguntó la chica
-Sí, ¿y tú, quién eres?-dije levantándome.
-Soy Emma, la hermanita de Mika

Ella se acercó a mí y me dio dos besos, al igual que me los dio Mika.

-¿Ese es tu Pichu?-pregunté sonriendo.
-Sí, mi hermana me lo trajo del hayedo de la región

No conocía ese hayedo, pero aun así asentí a su respuesta. Detrás del sofá se asomó Froakie, tímido, y de sopetó, Emma se tiró hacia él, con Pichu en su manos aún.

-¡Un Froakie!-gritó Emma-¡qué mono!

Froakie hizo lo mismo que con Mika, pero mirando a Pichu. Emma soltó a Pichu y lo dejó junto a Froakie, que este puso cara de preocupado.

-Me ha dicho mi hermana que vienes de Ciudad Surema
-Así es, de la Región Knut-respondí.
-¿Cómo es aquello?-preguntó con curiosidad.
-Pues hace menos frió que aquí, te lo aseguro, pero hay más bosques y eso.

Mika salió de la cocina con una plato lleno de patatas fritas junto con ensalada, que puso en la mesa junto al sofá, acompañado de una servilleta con estampados de Pokéballs y un tenedor.

-Y para Froakie este bollito-dijo Mika, sacando uno de la espalda.

Froakie se puso bastante contento.

-Muchas gracias Mika
-¿Por?
-Por dejarnos estar en vuestra casa-respondí.
-Ni siquiera es un problema, me agrada tener gente por aquí.
-¿No habéis ido a la Liga Xílef?
-No, mi madre está en la ciudad de al lado, así que no puedo salir sola con mi hermana.
-Entiendo-afirmé, comiendo el plato tan delicioso que me puso Mika.

Miré a Froakie, como le daba pequeños bocaditos a ese bollito tan suculento, pero me di cuenta de una cosa.

-Por cierto, lo de la carta...
-Sí-dijo Mika-yo te vi en Ciudad Surema hace poco, con tus padres, parecías bastante eufórico con lo de ser Entrenador Pokémon, así que pensé que te despistarías un poco al llegar aquí, así que, como los dos estamos con el profesor Davy, le dejé esa carta para que te la diera.
-Vaya, ¿pero cómo sabías las otras cosas?
-Prácticamente ya te lo he dicho, te despistarías o te olvidarías del pijama y de pedir alojamiento antes.
-Pues es cierto, se me ha olvidado-aclaré, algo desconcertado.

Me terminé la comida y me limpié con la servilleta, y rápidamente, Mika me lo apartó todo.

-Venga Harof, voy a enseñarte el bosque que está detrás del Centro Pokémon-dijo, mirándome a mí y a su hermana a la vez.

Asentí y salimos los tres por la misma puerta. Emma, acompañada de Pichu; yo acompañado de Froakie, ¿y Mika?

-¿Tienes algún Pokémon Mika?-pregunté sin dudarlo.
-Sí, tengo a Piplup, pero está con mi madre para ayudarla.

Pronto llegamos al patio del Centro Pokémon, pero pasamos y nos quedamos parados detrás del edificio, donde había una descampado de albero.

-Por ese camino se va al bosque-dijo Mika señalándo una senda parecida a la que tomé para llegar a la región.

Nos pusimos en marcha, pero al momento nos paramos por Mika, que me quería preguntar algo.

-¿Llevas tu Pokédex?
-Claro-respondí.
-¿Y Pokéballs, no?-interrogó de nuevo.
-Por supuesto-dije señalando mi mochila.
-Es probable que nos encontremos con algún Pokémon salvaje por aquí cerca.

Y al fin, nos adentramos en la senda de albero con arbustos y árboles a los lados, como siempre.

De repente, apareció de entre los arbustos una chica con una sudadera de color azul pastel, tapándose el pelo con una capucha con orejas de oso, acompañando unas mallas de color blanco y unos zapatos bastantes llamativos, de un color azul mucho más atractivo que el de la sudadera. La chica no iba sola, sino con un Swirlix no muy apartada de ella. Nos miramos entre todos, con un silencio bastante violento.