Espíritu. (+18)

Recuerdo del primer mensaje :



¡Hola amigos de Yoshi Fans Club!
Permítanme presentarles mi nueva obra.

En un principio esta historia pretendía ocurrir en el mismo universo que el de mi primer fic publicado aquí (Pokumon), pero debido a que el concepto de éste es muy diferente, decidí crear una historia y universo completamente diferentes.


Género: Acción, Drama, Fantasía, Tragedia, Romance.

Sinopsis: Ante la traición de los Dioses, Svaltar, el Mundo de la Oscuridad, planea invadir su mundo favorito, el Mundo de los Humanos. Sésmar y Aldaír, dos jovenes estudiantes, con sus Spirit, y junto a sus demás amigos, han ideado un plan para evitar la invasión de Svaltar; pronto se darían cuenta de que intentar asestar un golpe al Mundo de la Oscuridad antes de la invasión pudo no haber sido la mejor idea.

Para caracterizar a los personajes de mi obra (y debido a que no se me da bien el dibujo) he decidido basarme en personajes de anime, videojuegos, e incluso personalidades de la vida real, a continuación verán una lista con todos los personajes y su respectiva caracterización.

Personajes del Mundo de los Humanos

Spoiler:

Personajes de Svaltar

Spoiler:

_____________________________________

CONTENIDO EXTRA:

Parte 1.

Capítulo 1. Energía extraña.
Capítulo 2. Fihl y Trásir.
Capítulo 3. Infiltrado.
Capítulo 4. Más amigos.
Capítulo 5. Svaltar.
Capítulo 6. Entrenamiento.
Capítulo 7. El Doctor.
Capítulo 8. El plan de Aldaír.
Capítulo 9. Secuestro.
Capítulo 10. Maldad.
Capítulo 11. En una isla lejana.
Capítulo 12. Memorias de Akaroa, Parte 1.
Capítulo 13. Memorias de Akaroa, Parte 2.
Capítulo 14. Por los nuestros.

Parte 2.

Capítulo 15. El viaje, Parte 1.
Capítulo 16. El viaje, Parte 2.
Capítulo 17. Ladrones y vampiros.
Capítulo 18. Juego de niños.
Capítulo 19. Poder anulado.
Capítulo 20. Entre sueños y pesadillas, Parte 1.
Capítulo 21. Entre sueños y pesadillas, Parte 2.
Capítulo 22. Familia.
Capítulo 23. Dragón rojo.
Capítulo 24. Sexto guardián.
Capítulo 25. Engaño y desesperación.
Capítulo 26. Anhelos.
Capítulo 27. Demonio.
Capítulo 28. Mentira.
Capítulo 29. Corazón de hielo.


Todos los capítulos son susceptibles a cambio de título y/o modificaciones en los diálogos después de su fecha de publicación.

Capítulo 22. Familia.

Narrador escribió:Edward en estos momentos es estudiante de primaria.

Ethan: ¡¿Pero qué significan estas calificaciones, Edward?!

Narrador escribió:Ethan Calderón, 38 años, dueño de una compañía de celulares y padre de Edward.

Audrey: No puede ser...

Narrador escribió:Audrey, 25 años, madre de Edward, se presume que contrajo matrimonio con Ethan por interés.

Edward: Pe-pero papá, mamá...  ¡Hice lo que pud-

Narrador escribió:Ethan apretó uno de sus puños y golpeó a Edward, dejándolo tirado en el piso.

Ethan: ¡No te atrevas a responderme de esa manera!

Audrey: ¿Qué vamos a hacer con nuestro hijo?...

Ethan: No lo sé... Es su tercer año de primaria y sigue obteniendo calificaciones bajísimas...

Audrey: Al menos ha conseguido pasar de año.

Ethan: ¡Eso no importa, Audrey! ¡A este paso nuestro hijo terminará por ser un don nadie! ¡Hemos críado un inútil! ¿¡En qué nos equivocamos!?

Edward: Pa-papá...

Ethan: ¡Estoy harto!

Narrador escribió:El padre de Edward salió de la casa azotando la puerta.

Narrador escribió:Audrey, con cierta molestia, miró a Edward por unos instantes; después se fue a su recámara.

Edward: Papá... Mamá... ¿Por qué?...

Narrador escribió:Todos los años los padres de Edward se enfadan con él y le reprochan sus malas calificaciones. Edward ha tenido que soportar los malos tratos de sus padres desde la infancia; Audrey, su madre, pocas veces le demuestra afecto, pues el haber tenido un hijo con Ethan sólo fue un pretexto para casarse con el.

Narrador escribió:Además de sus malas calificaciones, a Edward siempre le ha costado socializar o entablar conversaciones con las demás personas, pues todos en su escuela lo miran como si fuera un bicho raro.

Narrador escribió:Edward, como de costumbre, elegía mantenerse apartado de las personas; cuando llegaban las horas de recreo, Edward se situaba en el mismo lugar de siempre, aquél que estuviera más alejado de todos.

Narrador escribió:Los chicos que pasaban cerca de Edward se burlaban de él, y las chicas lo veían con desprecio.

Chico 1: ¿Ese es el hijo de Ethan, el famoso empresario?

Chico 2: ¡Sí, él es! ¡¿No es patético?!

Chico 3: ¡Mira ese peinado! ¡Oye, Edward! ¿¡Quién te hizo ese peinado, tu mamá!?

Chico 1: -Ríe- ¡Tu madre es una pésima peluquera!

Chica 1: Ese chico me da miedo...

Chica 2: A mi también, siempre está solo...

Chica 3: ¡Mejor vámonos de aquí!

Narrador escribió:Edward miró a los demás estudiantes mientras hablaban sobre él, pero después se volteó.

Chico 2: ¡Oigan! ¡El niño rico nos está ignorando!

Chico 3: ¿Acaso se está burlando de nosotros?

Narrador escribió:Los chicos se acercaron a Edward.

Chico 1: Oye tú.

Narrador escribió:Edward no decía una sola palabra.

Chico 1: ¡Voltéame a ver cuando te hablo!

Narrador escribió:El chico alzó su brazo contra Edward, que estaba sentado y seguía ignorandolo.

Chico 1: ¡Muy bien, si eso es lo que quieres! -Se lanza sobre Edward-

Narrador escribió:Antes de que el golpe pudiera hacer daño a Edward, el chico cayó al piso. Edward estaba impresionado.

Edward: -Pensando- (¿Y-yo hice eso?...)

Chico 1: ¡¿P-por qué no puedo moverme?!

Chico 2: ¡Sabía que ese chico era peligroso!

Chico 3: ¡Va-vámonos de aquí!

Narrador escribió:Los otros dos chicos huyeron.

Chico 1: ¡Su-súeltame de una vez! ¡Prometo no volver a molestarte!

Narrador escribió:Edward liberó al chico que lo estaba molestando.

Chico 1: ¡E-espérenme! -Huye-

Narrador escribió:Aquél día, Edward había liberado por primera vez su Spirit.

Nóe: ¿Eso es todo lo que puedes hacer?

Narrador escribió:Edward estaba perdiendo la batalla contra Nóe. Su habilidad de controlar los cuerpos de los demás no funcionaba en Nóe.

Nóe: Podrás controlar los cuerpos de los demás y devolver sus ataques, pero una vez que me convierto en el fuego mismo, no puedes hacer nada.

Edward: -Pensando- (N-no puede ser...)

Nóe: ¡Tu habilidad resultó ser de lo más inútil contra mí!

Edward: -Pensando- (Dijo... ¿Inútil?...)

Nóe: No tiene sentido seguir con esta pelea, dejaré que alguien más acabe contigo por mí.

Narrador escribió:Cuando Nóe se alejaba del campo de batalla, un recuerdo pasó por la mente de Edward.

Narrador escribió:Tezz puso en las manos de Edward un objeto.

Edward: ¡Oh! ¿Qué es esto?

Tezz: Puede que tengas un poder increíble, pero uno no puede adentrarse en la jungla sin armas.

Edward: ¿Armas...?

Aldaír: ¡Rápido, crucen el portal!

Narrador escribió:Devuelta en el campo de batalla, Edward se puso de pie.

Edward: Puede que para mis padres sea un inútil... y que mi poder no funcione contra ti... pero esta vez...

Narrador escribió:Edward sacó el objeto que Tezz le había dado.

Nóe: -Pensando- (¿Huh? ¿Se levantó?)

Edward: ¡No estoy solo!

Narrador escribió:El objeto que Tezz le dió a Edward era un sable, justo como los que él utiliza en combate. Edward extendió la mano con la que sostenía el sable y este se activó.

Edward: ¡Mis amigos me necesitan! ¡Ellos confían en mí!

Nóe: ¿Guardando un arma para el final?

Narrador escribió:El cuerpo de Nóe se transformaba en fuego.

Nóe: ¡No me decepciones esta vez!

Edward: Ahora estoy seguro de que puedo ser útil en algo... ¡Y eso es en derrotarte!




Continuará en el Capítulo 23.

Capítulo 23. Dragón Rojo

Narrador escribió:Aldaír y Tezz continuaban en el camino hacia el castillo de los Böse. Hasta el momento no habían tenido problema alguno, pues los Svaltar que se encontraban por el camino no estaban dispuestos a atacarlos.

Narrador escribió:Pero...

Tezz: Eso que veo en la lejanía... es... ¿un dragón?

Narrador escribió:Un dragón rojo se dirigía hacía Aldaír y Tezz.

Tezz: ¿Hay alguien además de ti que pueda transformarse en dragón?

Aldaír: No que yo sepa.

Narrador escribió:Respondió Aldaír, que parecía vagar en sus pensamientos desde que se encontró con los Ausser de Pérse.

Tai: Se acercan a gran velocidad.

Tezz: ¡¿Qué piensa hacer?! ¡Vamos a chocar con ellos!

Aldaír: Parece que nuestra tranquilidad llegó a su fin...

Narrador escribió:Antes de que los dos dragones se terminaran de acercar, un cuchillo se incrustó en el pecho de Aldaír, haciendo que cayera de su Spirit con el impacto.

Aldaír: -Pensando- (¿Q-qué fue eso?...)

Tezz: ¡¿De dónde vino eso?!

Narrador escribió:Tezz fijó su mirada en el dragón rojo, sobre él venía una chica de cabello grisáceo, que sostenía varios cuchillos en sus manos.

Tezz: ¿Cuchillos? Qué forma tan peculiar de pelear... ¡Tai, seguir acercándonos puede ser peligroso! ¡Desciende ahora!

Narrador escribió:Tai y el dragón rojo descendieron, provocando un ligero temblor en el suelo.

Narrador escribió:El dragón rojo emitió un rugido y después pronunció las siguientes palabras:

???: ¿¡Dónde está Trásir!? ¡Sé que ha venido con ustedes desde el Mundo de los Humanos!

Tezz: Ese dragón... puede comunicarse con nosotros justo como lo haces tú, Tai. ¿Podrá ser que sea el poder de esa chica?

Tai: Hay algo extraño en ese dragón.

Tezz: ¿Por qué lo dices?

Tai: Por que... se parece mucho... a mí.

Narrador escribió:Tezz miraba al dragón rojo.

Tezz: Ahora que lo dices... es verdad. -Pensando- (¿Qué significa esto?)

Narrador escribió:Un cuchillo cayó cerca de los pies de Tezz.

Narrador escribió:Tezz sacó el cuchillo del suelo y lo lanzó contra la chica de pelo gris. Lo esquivó.

Tezz: Nos alejamos de Trásir desde que llegamos a este mundo, nosotros seremos sus oponentes; así que baja de una vez y pelea.

Tai: Identifíquense. Su presencia está perturbandome.

Narrador escribió:La chica de pelo gris bajó del dragón rojo.

Némesis: Némesis, ese es mi nombre. No necesitas saber nada más.

Eris: Soy la doceava Guardiana de Svaltar, Eris.

Tezz: Ya veo... resultaste ser una de los Böse. Tendremos un comienzo algo turbulento.

Eris: Debo agradecerles por el gran poder que han puesto sobre mis manos.

Tezz: ¿De qué rayos estás hablando?

Narrador escribió:Eris perdió su transformación de dragón y mostró su verdadera forma.

Eris: Luces sorprendido, humano.

Tezz: ¿Qué es exactamente lo que acabas de hacer?

Eris: Te lo explicaré con un ejemplo sencillo.

Narrador escribió:Eris miró de reojo a Némesis.

Némesis: -Pensando- (Entendido.)

Narrador escribió:Némesis apareció frente a Tai, clavando un cuchillo en su estómago. Tai rugió de dolor.

Tezz: -Pensando- (¿Hipervelocidad? ... no... esto es diferente...)

Eris: Observa con atención.

Narrador escribió:Ahora Eris apareció en frente de Tezz, intentando herirle con su espada.

Tezz: -Pensando- (¡Teletransportación!) -Esquiva el ataque-

Eris: Buenos reflejos, humano.

Tezz: No esperaba menos de uno de los Svaltar más fuertes. Usar las habilidades de los demás en su contra...

Eris: Así es. Digamos que, tomo prestados los poderes de mis oponentes.

Narrador escribió:Némesis se teletransportó hacía Tezz para atacarlo, pero Tezz volvió a esquivar el ataque.

Némesis: Me pediste que bajara a pelear. Espero que estés listo.

Tezz: -Pensando- (Mantenerse alejado será lo mejor.)

Narrador escribió:Tezz sacó una pistola láser.

Tezz: Pongamos aprueba tu habilidad para teletransportarte.

Narrador escribió:Tezz y Némesis comenzaron a pelear, y se alejaron de Eris.

Eris: -Pensando- (Qué extraño... estoy intentando copiar su habilidad pero... ¿Será en realidad un humano?)

Narrador escribió:Tai caminaba cerca de Eris, en sus ojos no se podía ver nada más que furia.

Eris: Terminemos con esto rápido.

Narrador escribió:Eris colocó su espada frente a ella y después la dejó caer en el suelo.

Narrador escribió:Cuando la espada se incrustó en el suelo, Eris invocó nuevamente a su demonio.

Eris: Envidia, Demonio.

Narrador escribió:Tras pronunciar esas palabras, la espada de Eris se desvaneció, y recuperó la forma del dragón rojo.

Narrador escribió:Eris se lanzó sobre Tai, estrellándolo contra una montaña.

Eris: Parece que soy mejor dragón que tú.

Tai: -Pensando- (Mi poder disminuye cada vez más, no podré vencerla así... ¡¿Qué estás haciendo... Aldaír?!)

Narrador escribió:Cordelia estaba recostada sobre la cama de Hipna.

Cordelia: ¿En verdad... acabo de hacer esto...? -Tapa sus ojos con las manos-

Narrador escribió:Cordelia parecía angustiada.

Cordelia: -Destapa sus ojos- No sé si confiar en esa niña haya sido buena idea...

Narrador escribió:Cordelia se levantó de la cama.

Cordelia: Al menos, ahora sé dónde se encuentran Nel y Candence...

Narrador escribió:Cordelía volvió a tumbarse sobre la cama.

Cordelia: ¡Pero es que cada vez que pienso en eso... no puedo evitar sentirme mal!

Narrador escribió:Después de un buen rato, Cordelia dejó su angustia de lado y se dispuso a salir del castillo.

Cordelia: Salir por la entrada principal puede ser un problema, después de todo, hay más personas en el castillo.

Narrador escribió:Cordelia abrió una de las ventanas de la habitación.

Cordelia: Veamos... -Echa un vistazo por la ventana- Este parece ser un castillo común y corrien-

Narrador escribió:Cordelia bajó la mirada para observar si sería posible escapar por la ventana, pero el castillo tenía una altura impresionante.

Cordelia: O_o ¿¡Cómo se supone que voy a salir de aquí!?

Narrador escribió:Plumas blancas comenzaron a caer cerca de la ventana de la habitación.

Cordelia: ¿Estas son... plumas? ... ¡Cierto! ¿¡Cómo puede ser tan idiota!? ¡Marfil, ven a mí!

Narrador escribió:El pegaso de Cordelia descendía de los cielos, acercándose a la ventana de la habitación.

Cordelia: ¡Marfil, siento haberme olvidado! ¡Pero es que...

Hipna: Qué criatura más bella... ¿Es tuya?

Narrador escribió:Cuando el pegaso terminó de acercarse a la ventana, Cordelia pudo ver que Hipna estaba montando sobre él.

Cordelia: ¡Tú! ¿¡Qué haces montando a Marfil!?

Hipna: -Bosteza- Sabía que no podría confiar en ti, pequeña. Todo este tiempo he estado vigilando la habitación desde el techo. Me pareció extraño que esta criatura apareciera de la nada, así que decidí bajar a inspeccionar.

Cordelia: ¡Bajate de él de una buena vez!

Narrador escribió:Cordelia saltó fuera de la ventana para montar a Marfil, las dos trataban de tirar a la otra del pegaso. Eventualmente, llegaron al techo, y las dos bajaron.

Hipna: Oh, cariño. Debiste quedarte en la habitación.

Cordelia: ¿Y dejar a mis amigos pelear solos? ¡Estás demente!

Hipna: -Bosteza- ¿Sabes que el resultado será el mismo, verdad?

Cordelia: ¡No sé qué me hiciste la última vez, pero no pienso perder ahora!

Narrador escribió:Marfil se convirtió en una lanza.

Hipna: Y yo que creía que era una lanza común y corriente.

Narrador escribió:Hipna también sacó su arma, pero, en ese momento, una tormenta azotó el techo del castillo.

Hipna: ¿Una tormenta..? ¿¡Justo ahora!?

Narrador escribió:Hipna se volteó, y pudo ver la silueta de Céfir frente a ella.

Hipna: ¿¡Qué haces tú aquí!?

Céfir: Te equivocas, somos nosotros los que deberíamos preguntarte eso. ¿Qué estás haciendo exactamente, Hipna?

Narrador escribió:Detrás de Céfir, los cuerpos de Cratos y Artémis también se podían ver.

Artémis: Desde que llegaron los humanos, no has hecho nada más que jugar. Acaba con esa humana de una vez.

Céfir: Cerbero, Fóbeth... Card. ¿Deberíamos añadirte a la lista de caídos?

Cratos: ¡Demuestra que eres digna de ser un Ausser!

Narrador escribió:Derrepente, el castillo comenzó a temblar, y ahora, además de la tormenta, había nieve cayendo del cielo y un viento frío soplando por todo el techo.

Cordelia: -Pensando- (¿¡Qué es lo que está pasando aquí!? Primero fue la tormenta, ¿¡ahora tiembla y además hace frío!?)

Narrador escribió:Cordelia observaba a los Böse, a excepción de Céfir, Artémis y Cratos mostraban enfado en sus rostros.

Cordelia: -Pensando- (¿Podrá ser que ellos hayan causado todo esto?... ¡No puedo quedarme aquí por más tiempo!)

Narrador escribió:Cordelia montó su pegaso y salió volando del castillo.

Céfir: ¿Y bien, Hipna? ¿Cuál será tu próximo movimiento?

Hipna: ¡U-ustedes no pueden hacerme nada! ¡Eros es mi jefa!

Céfir: Oh... ¿Eso crees? -Ríe-

Narrador escribió:La tormenta se volvió más intensa, el temblor comenzó a crear fisuras en la tierra y el viento helado estaba apunto de congelar el techo del castillo.

Hipna: ¡Tch!

Narrador escribió:Hipna, enfadada, tomó su arma y apuntó hacia Cordelia con ella. Con una increible presición, Hipna consiguió derribar el pegaso de Cordelia.

Cordelia: ¡No! ¡Marfil!

Narrador escribió:Cordelia y su pegaso descendían a tierra firme.

Hipna: ¡No se metan en esto!

Narrador escribió:Hipna bajó del techo del castillo.

Narrador escribió:Céfir y Cratos se retiraban del lugar.

Cratos: ¿No deberíamos quedarnos a ver la pelea?

Céfir: Ambos sabemos cómo terminará esto, Cratos.

Narrador escribió:Artémis mantenía la mirada fija en el horizonte, algo le estaba inquietando.

Artémis: -Pensando- (Esa energía...)

Narrador escribió:Artémis dejo atrás a los dos Böse, y se dirigió al campo de batalla.

Céfir: ¿Hmm?

Narrador escribió:Justo después de haber derrotado a Cerbero y Fóbeth, su jefe, Adés, lanzó su ataque contra Sésmar.

Adés: ¿Qué pasa, humano? ¡Demuéstrame tu verdadera fuerza! ¡No puedo creer que mis Ausser hayan perdido contra alguien como tú!

Narrador escribió:El cuerpo de Sésmar estaba lleno de heridas por la batalla, con la energía que le restaba, le era imposible traer de vuelta a Ragnar.

Sésmar: -Pensando- (La misma situación que antes... tirado en el piso, sin poder hacer nada. ¿Será este... el límite de mi poder?)

Adés: ¿Recuerdas lo que te dije al principio del combate? ¡Mi espada no se detendrá hasta haberte asesinado!

Narrador escribió:Adés lanzó su espada como si de una lanza se tratase contra Sésmar.

Narrador escribió:Sésmar bloqueó el ataque con la espada de su padre.

Adés: Increible, aún te queda algo de fuerza.

Narrador escribió:Adés abrió sus brazos, dejando su pecho al descubierto.

Adés: ¡Vamos, humano! ¡Atácame, y termina con esta batalla!

Narrador escribió:Un Sésmar tambaleante, intentaba cortar el pecho de Adés. Sus esfuerzos eran inútiles, pues aunque su espada tocara el cuerpo de Adés, este no recibía ningún daño.

Adés: ¿Qué piensas cortar con esa espada sin filo, humano?

Narrador escribió:Sésmar cayó al suelo.

Sésmar: -Pensando- (¿U-una espada, sin filo...?)

Adés: Alguien que no tiene el deseo de matarme no podrá siquiera hacerme daño. ¡Estoy seguro de que incluso en ustedes, humanos, yace el instinto básico de matar!

Sésmar: -Pensando- (M-matar...)

Narrador escribió:Adés recogió su espada del piso.

Sésmar: -Pensando- (La primera vez que vine a Svaltar, acabé con esos dos demonios sin ningún problema... ¿Pero por qué ahora... no... puedo?)

Narrador escribió:Adés se acercó a Sésmar.

Adés: Uno de los dos debe morir para dar lugar a algo nuevo; ¡Ese es el ciclo de la vida y la muerte!

Sésmar: -Pensando- (D-debo matar...lo)

Narrador escribió:Adés empuñó su espada con las dos manos, y apuntó con ella al corazón de Sésmar.

Adés: Tu vida termina aquí, humano.

Sésmar: -Pensando- (¡QUIERO MATARLO!)

Adés: ¡Asesina, Demonio!

Narrador escribió:La espada de Adés estaba por perforar el corazón de Sésmar, pero...

Adés: ¿¡Qué significa esto!?

"Quien luche con monstruos, tenga cuidado de no convertirse en uno. Si miras por mucho tiempo el abismo, éste terminará viendo dentro de ti."

Narrador escribió:Sésmar había parado el ataque de Adés con sus manos desnudas.

Narrador escribió:Adés, sorprendido, retiró su espada y se alejó de Sésmar.

Adés: ¿¡Qué es esa energía que recubre tu cuerpo, humano!?

Narrador escribió:El cuerpo de Sésmar estaba rodeado ahora por un aura oscura, parecida a la de Fihl.

Sésmar: Rhea tenía razón... me he convertido en un ser corrupto.

Adés: ¿¡Un ser corrupto!?

Sésmar: Los humanos también poseemos un lado demoníaco, Svaltar.

Narrador escribió:Sésmar blandió su espada.

Sésmar: Ahora, déjame demostrarte...

Narrador escribió:Sésmar apareció detrás de Adés, como si se hubiera teletransportado.

Adés: ¿¡Cómo lo hicist-

Narrador escribió:Una herida enorme apareció en el pecho de Adés, haciendo que se desangrara.

Sésmar: ...lo que significa ser un demonio de verdad.





Continuará en el Capítulo 24.

Pérse: Ese estúpido de Sober... se ha ido al campo de batalla y me ha dejado aquí sola con esta humana.

Narrador escribió:Pérse miraba a Candence.

Pérse: No entiendo a los humanos, están arriesgando todo lo que tienen por un par de mujeres. -Cruza los brazos- Podrían haberlas dejado en este mundo, justo como hicimos nosotros con Fihl y Trásir.

Narrador escribió:Pérse se sentó en el suelo.

Pérse: ¿O será que lo que buscan es recuperar es tu poder?

Narrador escribió:Candence no hacía nada más que ignorar a Pérse.

Pérse: ¡Maldita sea! ¡Estoy comenzando a perder la paciencia!

Narrador escribió:Pérse observó los restos de la soga que utilizaron para amarrar a Candence.

Pérse: ¡Oh! ¡Tengo una idea! -Toma la soga-

Candence: ¿Q-qué piensas hacer?...

Pérse: ¡Vamos a divertirnos un poco, por supuesto! ¡No puedo dejar que los demás se lleven toda la acción! -Ríe-

Candence: ¡No! ¡Espera! ¿¡Q-qué crees que hac-





Néo: Me pregunto por cuánto tiempo podrás seguir usando ese brazo.

Vishal: Dame un momento, esta pelea terminará pronto. -Pensando- (Yo también me pregunto lo mismo...)

Narrador escribió:El brazo derecho de Vishal había sido tocado por una de las flechas de fuego de Néo. Su brazo ahora tenía un tono rojizo, estaba apunto de perder la piel por las quemaduras; lanzar una sola flecha significaba un suplicio para Vishal.

Vishal: -Pensando- (Si llego a perder mi brazo, no podré volver a tirar de mi arco...)

Narrador escribió:Vishal lanzó una flecha contra Néo.

Néo: Inútil.

Narrador escribió:Néo esquivó la flecha.

Néo: Incluso has perdido tu precisión.

Narrador escribió:Vishal repitió su ataque, fallando nuevamente.

Néo: ¡Por más flechas que tires, no podrás volver a hacerme dañ-

Narrador escribió:Un cuerpo que caía del cielo se chocó contra Néo. Era Maca, había sido pateada por Trásir.

Néo: ¡¿Qué crees que estás haciendo, Maca?!

Maca: ¡Maldita seas, Trásir!

Narrador escribió:Trásir se acercó a Vishal.

Trásir: Veo que lo estás pasando mal, humano.

Vishal: No podría imaginarme un escenario peor que este... Pero estoy seguro de que puedo ganar... Aún me quedan fuerzas...

Trásir: No subestimes a esos dos pequeños, puede que no lo parezca pero... estuvieron cerca de convertirse en el treceavo Böse hace años.

Vishal: ¿Esos niños... uno de los Svaltar más fuertes?...

Trásir: Podremos hablar de esto después. Tengo un plan para derrotar a Néo, pero ambos tendremos que pagar un precio por el, y no podemos fallar.

Vishal: ¿Qué tengo que hacer?...

Trásir: Tendrás que dar todo lo que tienes, incluso si eso significa perder tu brazo.

Narrador escribió:Maca seguía encima de Néo.

Maca: ¿Hmm? ¿Qué tanto estarán hablando esos dos?

Néo: ¡Quitate de encima!

Narrador escribió:Néo arrojó a Maca al suelo, quitandosela de encima.

Maca: -Se pone de pie- ¡Hey, ustedes dos! ¡La pelea aún no ha terminado!

Trásir: ¿Estás listo, humano?

Narrador escribió:Vishal tomó su arco y cargó una flecha en el.

Vishal: -Pensando- (No puedo perder...)

Narrador escribió:Una energía inmensa emanaba del arco. El polvo comenzaba a levantarse de la tierra y el viento soplaba. Las alas de Vishal habían aparecido sobre su espalda una vez más.

Maca: ¿Piensa lanzar una flecha contra nosotros? ¿Acaso se ha dado por vencido?

Vishal: -Pensando- (Aún sin muero... el mundo sabrá...)

Narrador escribió:Trásir se alejó de Vishal.

Maca: ¡¿A dónde crees que vas?!

Néo: ¡Es inútil, humano! ¡Tu flecha no podrá hacerme nada mientras me haya convertido en fuego!

Vishal: -Pensando- (Que Vishal de Arques...)

Narrador escribió:Néo, convertido en fuego, se dirigía de frente a Vishal.

Narrador escribió:Trásir invocó a su demonio, y después dijo lo siguiente:

Trásir: Cancela.

Maca: ¡No! ¡Es una trampa!

Trásir: ¡Demonio!

Narrador escribió:Maca transformó su cuerpo en fuego y arremetió contra Trásir.

Maca: ¡Haber hecho esto te costará la vida, Trásir!

Trásir: -Grita de dolor- ¡De prisa, humano!

Narrador escribió:Trásir había revertido la transformación de Néo.

Néo: ¿¡Qué!? ¡No puede ser!

Vishal: ¡Lo salvó de la oscuridad!

Narrador escribió:Entonces, Vishal lanzó su flecha, llevándose a Néo consigo y destruyendo todo lo que encontraba a su paso.

Narrador escribió:Vishal se desmayó, cayendo al suelo. Poco después, sus alas desaparecieron.

Narrador escribió:Edward, quien justo terminaba con su pelea, se acercaba a mirar los estragos de la batalla.

Edward: ¡Quién diría que Legolas tenía semejante poder! :O

Narrador escribió:Lejos de Edward, se podía ver el cuerpo de Nóe sobre el piso.

Narrador escribió:Maca sostenía del cuello a Trásir.

Trásir: T-tu hermano... ha sido derrotado... Ahora solo faltas t-tú.

Maca: Tch. ¿Y serás tú quien me derrote? Tu amigo humano no podrá ayudarte.

Narrador escribió:Trásir pudo escuchar la voz de Edward.

Edward: ¡Oye! ¡Chica demonio! ¡¿Necesitas ayuda?!

Trásir: ¿C-chica... demonio?...

Maca: ¿Y ahora qu-

Narrador escribió:La marca del Spirit de Edward apareció sobre la frente de Maca.

Narrador escribió:Una vez teniendo el control del cuerpo de Maca, Edward liberó a Trásir y paralizó a la Svaltar.

Maca: ¡Eso no funcionará contra mi!

Edward: ¡Chica demonio! ¡Rápido, si se convierte en fuego no podré tener control sobre ella!

Trásir: Te equivocas, pequeño... La victoria es nuestra.

Maca: -Pensando- (¡Mierd-, es cierto! ¡Si me convierto en fuego, Trásir puede cancelar mi transformación con su demonio! ¡Y este mocoso puede controlarme cuando estoy en mi cuerpo normal!)

Narrador escribió:Una voz conocida se escuchó en el campo de batalla.

???: Pensé que había quedado claro que no eres bienvenida aquí, Trásir.

Trásir: ¡No puede ser!

Maca: -Pensando- (¡Es Sober!)

Narrador escribió:Sober apareció detrás de Edward.

Sober: Ha sido un espectáculo digno de admirar. Es una lástima que deba terminar.

Narrador escribió:Edward giro su cuerpo para observar a Sober.

Edward: -Pensando- (¡Es ... es el tipo de pelo blanco que apareció en el portal!)

Sober: No temas, ya estoy aquí. -Acaricia el cabello de Edward-

Edward: T-tú... ¡Aléjate de mí! -Se aparta de Sober-

Narrador escribió:La marca del Spirit de Edward apareció en la frente de Sober.

Sober: Oh no... no te atreverías a hacer eso conmigo, ¿o sí?

Narrador escribió:A pesar de haber utilizado su Spirit, Edward no tenía el control sobre el cuerpo de Sober.

Edward: ¡N-no! ¡Sal... Sal de mi cabeza!

Trásir: -Pensando- (Ese niño... ¿¡Podrá ser!?) ¡Déjalo en paz, Sober!

Sober: ¿Dejarlo en paz? Este niño solo podrá alcanzar la paz una vez que sea libre de verdad.

Edward: ¡N-no ... no... NO QUIERO HACERLO!

Narrador escribió:Después de gritar, Edward cayó inconsciente. Sober lo recogió sobre sus hombros.

Sober: ¿Vas a quedarte ahí hasta que termine la pelea, Maca?

Narrador escribió:Maca se puso de pie, pero seguía mirando a Sober.

Maca: -Pensando- (El sexto Böse...)

Trásir: ¡No dejaré que escapes, Sober!

Narrador escribió:Trásir estaba acumulando energía con sus manos.

Sober: Qué despercidio de energía...

Narrador escribió:Trásir sostenía una bola gigante de energía oscura.

Sober: ¿Acaso piensas asesinarme junto con el humano? ¿Has perdido la cabeza?

Trásir: ¡Esa es la única forma en que podré liberarl-

Narrador escribió:Interrumpiendo la conversación, Maca apareció frente a Trásir, pateando la bola de energía y enviándola al cielo.

Narrador escribió:Cuando la bola de energía alcanzó el cielo, estalló, cubriendo todo el campo de batalla de oscuridad.

Narrador escribió:La explosión causada por el ataque de Trásir podía verse en casi todo el campo de batalla.

Fihl: Esa energía ... ¿¡Trásir!?

Eros: Oh no... -Ríe-

Sram: Parece que alguien está en problemas... Fihl. ¡JAJAJA!

Narrador escribió:Eros y Sram habían tomado por sorpresa a Fihl en su camino hacia el castillo de los Böse.

Continuará en el Capítulo 25.

Capítulo 25. Engaño y desesperación.


Fihl: ¿No creen que atacarme entre ustedes dos es algo cobarde?

Eros: Oh... cariño. Cada vez te pareces más a esos humanos.

Sram: ¡Qué cosas dices! Estamos en plena guerra, ¡olvídate de esas nimiedades!

Fihl: No puedo permitirme perder contra ustedes dos.

Narrador escribió:Los brazos de Fihl se convirtieron en cuchillas.

Fihl: ¡Eros! ¡He decidido que te haré pagar por lo que le hiciste a Tánato aquí y ahora!

Eros: ¿"Por lo que le hiciste a Tánato"? Lo dices como si hubiera hecho algo malo, querido Fihl. Tánato dejó esta vida después de haber experimentado el mejor de los placeres.

Fihl: ¡Me das asco!

Eros: -Ríe- Qué grosero.

Narrador escribió:El aura que recubría su cuerpo ahora era más grande.

Fihl: ¡Enfurece... DEMONIO!

Narrador escribió:Fihl perdió las pupilas de sus ojos, y de su cuerpo comenzaba a salir sangre, como si de sudor se tratase.

Sram: ¡Mira lo que hiciste, el Svaltar humano acaba de perder la cordura! ¡JAJAJA!

Narrador escribió:Fihl intentó atacar a Sram, pero éste se volvió invisible.

Sram: ¿¡Oh!? ¿Por qué me atacas a mí? ¿No se supone que vengarías la muerte del inútil de Tánato? -Ríe-

Fihl: No me verán la cara de estúpido.

Eros: -Pensando- (¿Se habrá dado cuenta del plan?) -Ríe-

Sram: ¡Pésima elección! ¡Acabas de perder la pelea, Fihl!

Narrador escribió:Sram clavó una de sus dagas en el suelo.

Sram: -Susurra- Engaña, Demonio.

Narrador escribió:Al liberar su demonio, un domo de color negro envolvió a los dos Svaltar. Dentro de él no se podía apreciar nada más que sus cuerpos.

Sram: ¡Bienvenido a mi Mundo del Engaño, Fihl! ¡Hace años, tu querida Trásir casi pierde la vida en este lugar!

Narrador escribió:Cerca del campo de batalla, Leandro y Geist, que terminaron de derrotar a los Ausser de Sram, veían con asombro el Mundo del Engaño de Sram.

Leandro: ¿¡Qué carajo es ese domo gigante!?

Geist: Leandro, tu sable de luz puede ser de ayuda.

Leandro: Pero... ¡¿Quién está dentro de ese domo?! ¡No puedo distinguir esas presencias!

Geist: Debemos actuar, cualquiera de nuestros amigos puede estar dentro.

Leandro: ¡Mira el tamaño del domo! ¡¿Podré siquiera penetrar en él?!

Geist: No lo sabremos hasta que lo intentemos.

Narrador escribió:Geist se volvió invisible.

Geist: Rápido, Leandro.

Leandro: -Pensando- (No pienso guardarme nada, iré con todo desde el principio.)

Narrador escribió:Las runas de Leandro colisionaron, formando el sable de luz de nuevo.

Leandro: -Pensando- (Esto no será suficiente.)

Narrador escribió:El sable de luz se hizo más grande, concentraba tanta energía que incluso podía emitir sonido.

Geist: ¡Recuerda que solo debemos acabar con el domo! ¡Puedes matar a alguien con eso!

Narrador escribió:Eros observaba como Leandro se acercaba al Mundo del Engaño de Sram.

Eros: ¿Un... humano? -Se muerde los labios-

Narrador escribió:Leandro saltó por encima de el domo.

Leandro: ¡Luz y oscuridad! ¡La lucha eterna entre dos fuerzas opuestas! ¡¿Quién ganará?!

Narrador escribió:Leandro cortó la cúpula del domo con su sable, poco después, todo el domo se vino abajo.

Leandro: ¡Tú...!

Narrador escribió:Sram y Fihl seguían peleando, las cuchillas de Fihl y las dagas de Sram forcejeaban con tanta intensidad que podían ensordecer.

Narrador escribió:Sram miró al cielo.

Sram: ¡Eres tú, maldito humano! ¡¿Qué le has hecho a mi Mundo del Engaño?!

Leandro: ¿Mundo del Engaño? ¡Es el nombre más patético que he escuchado!

Sram: ¡¿Qué dijiste?!

Narrador escribió:Fihl aprovechó la oportunidad para herir a Sram.

Narrador escribió:Sram se volvió invisible.

Sram: ¡Idiota!

Narrador escribió:Fihl tenía el cuerpo bañado en sangre.

Fihl: ¿Un humano te hizo enfadar, séptimo guardián?

Sram: ¡Todos ustedes morirán aquí! ¡No podrán hacer nada una vez que mi Mundo del Engaño vuelva!

Fihl: ¡Humano! ¡No debemos dejar que ese domo nos encierre! ¡Sram tiene la ventaja cuando está en su mundo!

Leandro: -Pensando- (Sólo tengo que volverlo visible, ¿verdad?)

Narrador escribió:Las runas de Leandro colisionaban una vez más, pero ahora, la runa de color verde se quebró.

Leandro: -Pensando- (Aún me quedan tres más.) ¡No te esconderás por más tiempo, Sram!

Narrador escribió:Leandro disparó una onda de energía lumínica sobre el piso, dejando expuesto a Sram.

Sram: ¿¡Có-cómo!?

Narrador escribió:Geist apareció detrás de Sram.

Geist: Uno más a la lista.

Narrador escribió:Cuando Geist estaba por apuñalar a Sram, Eros pateó a Geist, dejándolo fuera del campo de batalla por un momento.

Eros: Quién diría que necesitarías mi ayuda algún día, Sram. -Ríe-

Leandro: ¿¡Quién rayos eres tú!? -Dijo Leandro molesto.

Eros: ¡Oh! ¡No me mires con esos ojos!

Leandro: ¡Responde!

Eros: ¿Tanto interés tienes en mí? -Toca su pecho con una mano- Soy Eros, la onceava guardiana.

Narrador escribió:Fihl y Sram continuaron peleando.

Leandro: -Pensando- (¡¿Una pelea contra dos de los Svaltar más fuertes?!)

Narrador escribió:Geist volvió al campo de batalla.

Geist: Yo me haré cargo de la mujer.

Eros: ¿Entonces serás tú quien vendrá por mí? ¡Será un placer!

Leandro: Tengo asuntos pendientes con Sram. -Pensando- (Además, parece que Fihl no lo estaba pasando muy bien antes...) ¡Acaba con ella, Geist!

Narrador escribió:Leandro se unió a la batalla de Fihl.

Sram: Tú de nuevo...

Narrador escribió:Fihl intentó herir a Sram, pero Sram volvió a hacerse invisible.

Fihl: ¡No! ¡Usará el Mundo del Engaño otra vez!

Leandro: Fihl... ¡Tengo pensado derrotar a Sram dentro de su propio mundo!

Sram: ¡Cuánta insolencia! ¡Humano estúpido!

Narrador escribió:Sram clavó una de sus dagas en el suelo.

Leandro: ¡Adelante, Sram, muéstrame tu Mundo del Engaño!

Sram: ¡El arte del engaño es el arte de la guerra, humano! ¡Cuando comprendas esto, comprenderás la vida!

Narrador escribió:Una vez más, el domo engullía el campo de batalla.

Sram: ¡Oscuridad, ven a mí!

Narrador escribió:Un debilitado Tai yacía frente a las garras de Eris.

Tai: -Pensando- (Al..daír..)

Eris: Tomaré prestado tu poder un poco más, dragón.

Narrador escribió:Una voz se escuchó en el cielo.

???: ¡Esa transformación te sienta muy bien, Eris!

Eris: ¿Hmm?

Narrador escribió:Eris dirigió su mirada al cielo, un guiverno rosa volaba cerca del campo de batalla.

Eris: Hacía tiempo que no te veía en esa forma, Pérse.

Pérse: Me cansé de esperar a los humanos en esa estúpida torre. Dime, ¿dónde están?

Eris: Dudo que ese dragón de allá sea un humano, a pesar de haberle puesto una paliza, no ha cambiado su forma. Hay alguien más peleando con Némesis en este momento, pero tampoco parece ser humano, por más que intenté copiar su habilidad no pude.

Pérse: ¡Qué aburrido! ¿¡Eso significa que no podré divertirme!?

Eris: Parece ser que no... Aunque.

Pérse: ¿Qué cosa?

Eris: Antes de empezar la pelea, Némesis derribó a un chico que montaba el dragón. ¿Podrá ser que...?

Narrador escribió:Eris y Pérse pudieron observar una silueta en la lejanía, era Aldaír. La herida en el pecho que le propinó Némesis aún no había sanado.

Narrador escribió:Aldaír caminaba lentamente hacía las Svaltar.

Eris: Es él.

Pérse: ¡¿Un humano?!

Eris: Espera... si ese dragón no es un humano, y el tipo que está peleando contra Némesis tampoco lo es... entonces... ¿de quién tome prestada la habilidad?

Narrador escribió:Pérse volvió a su cuerpo normal.

Narrador escribió:Alguien más estaba llegando al campo de batalla en ese momento, era Sober.

Sober: Parece que he llegado a tiempo para la reunión.

Eris: ¿Sober? ¿No se supone que estabas en una de las dos torres?

Sober: Los humanos están muy ocupados peleando en este momento, Eris. Además, recordé que uno de nuestros aliados se quedó en el Mundo de los Humanos.

Eris: ¿Uno de nuestros aliados? ¿Te refieres a...?

Narrador escribió:Sober tiró al piso a Edward.

Eris: ¿...Ese niño?

Sober: Estás en lo cierto.

Pérse: ¿En verdad saliste del castillo sólo para ir tras un niño? Tch. Y yo que pensé que eras divertido, Sober.

Sober: ¿Lo dice la más joven de los Böse? Debería recordarte que tus Ausser no son más que un puñado de críos.

Pérse: ¡Eres un-

Sober: Justo ahora me doy cuenta... Pérse, ¿qué hace la humana fuera de la torre?

Narrador escribió:Candence se escondía detrás de Pérse, tenía la boca amordazada.

Narrador escribió:Aldaír se acercó al campo de batalla, sus ojos lograron distinguir a Candence y Edward entre los Böse.

Aldair: -Pensando- (¿E-esos son.. Candence... y Ed-Edward?...)

Sober: Miren quién llegó.

Pérse: ¡Es el humano!

Eris: ¡Esperen!

Sober: Dos de tus amigos están justo frente a tus ojos, pero has tenido mala suerte; tendrás que derrotar a tres de los Böse si quieres recuperarlos.

Aldaír: -Pensando- (Ca-Candence... aún está a salvo...)

Pérse: ¿Qué diablos está haciendo? ¡Pareciera que está apunto de morir!

Narrador escribió:Candence se apartó de Pérse, y trató de hablar con Aldaír aunque tuviera la boca amordazada.

Candence: "¡ADAÍ!" (Aldaír) -Gritó Candence mientras sus ojos se cubrían de lágrimas.

Narrador escribió:Aldaír, al ver el rostro de Candence, y a un Edward inconsciente. Pegó un grito al aire y estalló en furia.

Pérse: ¡Así que ese es tu novio!

Narrador escribió:Aldaír perdió las pupilas de sus ojos.

Narrador escribió:La tierra comenzó a temblar, y el cuerpo de Aldaír se elevó en el cielo, creando una esfera de luz alrededor suyo.

Sober: Interesante.

Pérse: ¡Aquí viene!

Narrador escribió:La esfera de luz se desintegró, y de ella salió Aldaír, pero esta vez convertido en dragón.

Aldaír: ¡CANDENCE! -Gritó Aldaír, mientras rugía.

Narrador escribió:Eris dejó caer su espada sobre el suelo.

Eris: Envidia, Demonio.

Narrador escribió:Aldaír trató de llegar hasta Candence, pero una Eris transformada en dragón frustró su intento.

Eris: ¿Así que fue tu poder el que tomé prestado? Pronto verás que puedo darle un mejor uso que tú.

Pérse: Debe sentirse horrible tener a tu novia justo en frente de tus ojos y no poder hacer nada por salvarla. -Ríe malévolamente-

Narrador escribió:Los ojos de Aldaír parecían perder la esperanza.

Pérse: ¡Eso es! ¡Muéstrame más! ¡Quiero ver como sucumbes ante la desesperación!

Narrador escribió:Eris derribó a Aldaír.

Pérse: ¿No te parece hermosa la desesperación, humano?

Narrador escribió:Pérse se convirtió en guiverno.

Pérse: ... Esa sensación de haberlo perdido todo... ¡La desesperación pone en juicio incluso a las almas más duras!

Narrador escribió:Sober subió a Candence y Edward abordo de Pérse, acto seguido, el también subió.

Sober: Te estaremos esperando en el castillo, humano. Claro, si es que sigues con vida.

Pérse: ¡Perdiste la batalla mucho antes de que empezara!

Narrador escribió:En ese momento, Edward, aún inconsciente, pronunció las siguientes palabras:

Edward: No... te rindas, chico de pelo largo...

Narrador escribió:Aldaír hizo temblar la tierra una vez más.

Aldaír: -Pensando- (Debo... continuar...)

Eris: Un humano como tú teniendo un poder como éste, los Dioses pueden ser injustos a veces...

Aldaír: -Pensando- (¡Debo... PELEAR!)

Narrador escribió:Aldaír se quitó de encima a Eris.

Aldaír: ¡Estás en mi camino!

Eris: ¡Terminarás igual que ese patético dragón verde!



Continuará en el Capítulo 26.

Capítulo 26. Anhelos.


Cordelia: ¿Y bien? ¿Qué piensas hacer hoy, hermanito?

Vishal: Entrenar, por supuesto.

Cordelia: ¿No crees que te lo estás tomando muy en serio?

Vishal: Mira quién lo dice. Estoy seguro de que más tarde irás al club de esgrima.

Cordelia: ¡Sí, pero...! ¡Yo no entreno todos los días!

Vishal: Soy el último hijo de la familia de Arques, debo mantener el nombre de nuestro legado en alto.

Cordelia: Otra vez con esas cosas...

Vishal: No espero que lo entiendas, esgrimista.

Cordelia: ¡Hey! ¡¿Te estás burlando de mí?!

Vishal: Nos veremos en la noche.

Narrador escribió:Vishal salió de la casa.

Cordelia: Hmph. -Cruza los brazos-

Vishal de Arques y Cordelia de Arques, son los últimos dos hijos de la familia de Arques; una familia conocida en todo el mundo por las grandes hazañas que sus miembros lograron en las diferentes guerras que ocurrieron a lo largo de la historia. Los padres de Vishal y Cordelia fueron incapaces de volver a tener un hijo después de que Cordelia naciera.

Vishal ha sido un hombre muy orgulloso desde pequeño, pues en sus hombros carga el peso del legado de su familia. A pesar de que el Mundo de los Humanos goza de cierta paz, Vishal continúa entrenando sus habilidades para disparar del arco. Asiste a todas las competencias que puede, su meta actual son los juegos olímpicos, aunque de ser posible...

Vishal: Sueño con servir en combate, justo como los demás de Arques lo hicieron.

Precisión de Halcón.

El niño Vishal, de tan sólo 10 años ahora mismo se encuentra practicando fuera de casa, en un campo de tiro que el mismo creó. El ambiente era terrible, pues era época de lluvias y tormentas.

Vishal, por más que trataba, no conseguía colocar ninguna de sus flechas en el centro de la diana.

Vishal: No es posible, por más que intento... ¡No consigo dar en el centro!

Narrador escribió:Vishal lanzó una flecha más. Fallando nuevamente.

Vishal: ¡Estúpido arco!

Narrador escribió:Vishal dejó su arco tirado en el piso, y se retiró.

Faltan 2 días.

Narrador escribió:Vishal seguía sin poder alcanzar el centro de la diana.

Vishal: ¿Por qué... no puedo!?

Narrador escribió:La niña Cordelia, de 7 años, observaba a su hermano mayor desde una de las ventanas de la casa.

Cordelia: Hermanito...

Faltaba sólo un día para la competencia. La situación no había cambiado, Vishal parecía estar a punto de darse por vencido.

Vishal: No tiene sentido... nunca seré tan bueno como papá, o como mamá...

Narrador escribió:Cordelia ahora acompañaba a Vishal.

Cordelia: ¡Yo sé que puedes conseguirlo, hermanito!

Vishal: ¡No lo entiendes!

Narrador escribió:Vishal tomó una vez más su arco.

Vishal: ¡Por más que lo intento!

Narrador escribió:Y apuntó con él a la diana.

...

Narrador escribió:Cerró sus ojos.

...

Narrador escribió:Lágrimas recorrían su rostro.

Vishal: ¡NO PUEDO HACERLO!

Narrador escribió:Antes de que disparara la flecha, el arco de Vishal comenzó a brillar, y de su espalda salieron dos alas.

Narrador escribió:Vishal disparó.

Narrador escribió:La flecha dio justo en el centro de la diana, pero el niño Vishal cayó desmayado.

Cordelia: ¡¿Hermanito?!

Vishal asistió el día siguiente a la competencia, y a pesar de tener la posibilidad de utilizar su Spirit, decidió no hacerlo. Al final terminó en segundo lugar, pero aunque fue derrotado, Vishal continuó esforzándose para mantener el apellido de su familia en alto.




Cordelia, por otro lado, nunca mostró gusto alguno por las flechas y los arcos. Contrario al deseo de sus padres de convertirla en una arquera hábil, Cordelia prefirió comenzar a practicar esgrima desde pequeña.


Cordelia ahora mismo tiene 12 años.

Estela: ¿Están listas?

Narrador escribió:Estela, 24 años, Profesora Esgrimista de Cordelia.

Amalia / Isabel: ¡Lista!

Narrador escribió:Amalia e Isabel, 12 años, Compañeras de Club de Cordelia.

Estela: ¡Comiencen!

Narrador escribió:Amalia derrotó a Isabel.

Isabel: ¡Wow! ¿¡Cuándo te volviste tan rápida!?

Amalia: -Se sonroja- Su-supongo que es el entrenamiento.

Cordelia: ¡¿Has visto eso, Andrea?!

Andrea: ¡Amalia es sorprendente!

Narrador escribió:Andrea, 12 años, también compañera de Cordelia.

Estela: Muy bien. ¡Es el turno de ustedes, chicas!

Cordelia: ¡No voy a contenerme!

Andrea: ¡Tampoco yo!

Estela: ¿Listas?

Narrador escribió:Las esgrimistas tomaron sus posiciones.

Narrador escribió:Cordelia y Andrea mantenían su mirada fija la una sobre la otra.

Estela: ¡Ahora!

Narrador escribió:Cordelia, con una velocidad increíble, se impuso sobre Andrea.

Andrea: ¿Q-qué fue eso?...

Isabel: ¿Qué acaba de pasar?...

Amalia: ¡No pude ver nada!

Cordelia: ¡Sí! ¡Gané!

Narrador escribió:Estela acarició el cabello de Cordelia.

Estela: ¡Bien hecho, Cordelia! ¡Realmente has mejorado mucho!

Después de terminar las prácticas en el club, Cordelia regresó a su casa. Sus padres la estaban esperando de vuelta, pues se había llegado el día para que Cordelia tomara una decisión; el legado de su familia, o su gusto por el esgrima.

Narrador escribió:Cordelia abrió la puerta de su casa.

Cordelia: ¡Hey! ¿¡Dónde están todos!?

Narrador escribió:Cordelia cerró la puerta.

Cordelia: ¡Ya llegué! ¿¡Hermanito!? ¿¡Papá, mamá!?

Narrador escribió:Al no obtener respuesta alguna, Cordelia se dirigió a su cuarto.

Cordelia: Qué raro... no parece haber nadie en cas... -Abre la puerta-

Cordelia: ¡Oh, aquí están!

Narrador escribió:Los padres de Cordelia estaban justo frente a ella.

Cordelia: ¡Papá, mamá! ¡Hoy estuve increíble en el entrenamiento! ¡Verán, tuve una pelea contra Andrea y-

Vanesa: Cordelia...

Narrador escribió:Vanesa de Arques, 30 años, es la madre de Cordelia.

Cordelia: ¿Hmm? ¿Qué pasa, mamá?

Ernesto: Es hora de que tomes una decisión.

Narrador escribió:Ernesto de Arques, 32 años, es el padre de Cordelia.

Cordelia: ¿D-de qué hablan?

Vanesa: Cordelia, sabes muy bien que no perteneces a una familia cualquiera, eres una de los Arques.

Ernesto: Debes continuar con nuestro legado, justo como tu hermano.

Cordelia: ¡Pero, papá, mamá! ¡Nunca me han gustado los arcos!

Narrador escribió:Vanesa le pegó una bofetada.

Vanesa: Nuestra propia hija... ¿¡Cómo te atreves!?

Ernesto: ¿Es eso lo que quieres, Cordelia?

Narrador escribió:Una Cordelia sollozante se tocaba la mejilla que su madre había golpeado.

Cordelia: Yo...

Ernesto: ¿Qué harás, Cordelia?

Cordelia: Papá... mamá... yo...

Narrador escribió:Cordelia se puso de pie.

Cordelia: ¡Yo quiero...

Ernesto: ¡Dilo ahora!

Narrador escribió:Cordelia llenó de aire sus pulmones, y gritó:

Cordelia: ¡QUIERO SER LIBRE!

En ese momento, el sable de esgrima que Cordelia sostenía sobre sus manos se convirtió en una lanza. Los padres de Cordelia no podían creer lo que habían presenciado.

Narrador escribió:Un pegaso blanco se asomó por una de las ventanas del cuarto.

Narrador escribió:Cordelia corrió hacia la ventana.

...

Narrador escribió:La abrió.

...

Narrador escribió:Montó al pegaso.

...

Narrador escribió:Y voló lejos de su hogar.

Vanesa: ¿E-estás viendo lo mismo que yo, Ernesto?

Narrador escribió:Ernesto guardó silencio, y se marchó del cuarto de Cordelia.

Los padres de Cordelia no pudieron ver al pegaso de Cordelia, pero hubo alguien que sí pudo. Vishal, ahora con 15 años, observó a su hermana salir volando de la casa en su pegaso desde su campo de tiro.

Vishal: Así que... tú también...

Ante este acto de rebeldía (en palabras de los padres de Cordelia), decidieron desheredarla, y nunca le han brindado apoyo en su carrera como esgrimista.

Portador de Luz.

Leandro: ¡He vuelto a casa, mamá!

Rosa: ¡Leandro! ¿Qué tal te ha ido en la escuela?

Narrador escribió:Rosa, 25 años, es la madre de Leandro.

Leandro: ¡Volví a quedar entre las primeras calificaciones! ¡Me volverán a dar una beca!

Rosa: Oh, Leandro... llenas de orgullo a tu madre...

Leandro: ¿Sabes qué es lo mejor, mamá? ¡Si sigo ahorrando el dinero que me dan... muy pronto podremos irnos a vivir a otro lugar! ¡Viviremos en la ciudad!

Narrador escribió:Una runa de color verde apareció por un breve momento detrás de Leandro.

Leandro Tenor es el hijo de una familia de escasos recursos que vive en Akaroa. Cuando niño, los padres de Leandro se esforzaron para que consiguiera entrar a la escuela. Desde entonces, Leandro ha hecho todo lo posible por obtener las calificaciones más altas, obteniendo así becas que le permitirán sacar a su familia de la situación en la que se encuentra.

Narrador escribió:Leandro estaba apunto de inaugurar un negocio que ayudaría en la economía de su familia.

Narrador escribió:Leandro subió unas escaleras para alcanzar una manta que tapaba el logo de su negocio.

Leandro: Y ahora... ¡Miren esto!

Narrador escribió:Leandro retiró la manta que cubría el logo del establecimiento.

Leandro: ¿Qué tal? ¿Les gusta?

Narrador escribió:Los padres de Leandro guardaron silencio.

Leandro: ¡Este es nuestro restaurant ahora! ¡"Tenor Restaurant"!

Narrador escribió:La madre de Leandro se soltó en llanto y abrazó a su esposo.

Narrador escribió:Una runa de color púrpura apareció por un breve momento detrás de Leandro.

Leonardo: Dime hijo, ¿por qué le pusiste un saxofón al logo del restaurant? -Ríe-

Narrador escribió:Leonardo Tenor, 32 años, es el padre de Leandro.

Leandro: ¡Esa es una buena pregunt-

Leandro, aún con la manta en las manos, se paralizó ante la presencia de una chica de cabello rojo que pasaba cerca del lugar. Esa chica era Cordelia.

Cordelia se detuvo por un momento, pues el chico de cabello rubio también llamó su atención.

Después de un rato mirándose, Leandro y Cordelia intercambiaron sonrisas.


La Fundación Hupper está llevando a cabo en estos momentos la recolección de donativos para las personas más necesitadas. Debido a la falta de espacio, y a que el Club de Esgrima no estaba realizando competencias en ese momento, la recolección tuvo lugar ahí.

Leandro era el encargado de recoger los donativos.

Leandro: ¡Muchas gracias! ¡Agradecemos de corazón su donación!

Narrador escribió:Una runa de color azul apareció por un breve momento detrás de Leandro.

Narrador escribió:Detrás de la persona que acababa de realizar un donativo estaba Cordelia.

Leandro: ¡La Fundación Hupper agradec-

Narrador escribió:Leandro, una vez más, estaba paralizado frente a Cordelia.

Narrador escribió:Cordelia, sonrojada, dijo:

Cordelia: Q-quiero hacer una donación...

Narrador escribió:Leandro, ahora un poco más relajado, dijo:

Leandro: C-claro, cualquier cantidad es bienvenida...

Narrador escribió:Cuando Cordelia estaba apunto de dejar el dinero en manos de Leandro, Leandro sostuvo la mano de Cordelia.

Narrador escribió:Uno de los estudiantes que estaba atrás en la fila, interrumpió diciendo:

Estudiante 1: ¿¡Qué está pasando ahí adelante!? ¡La fila no avanza!

Narrador escribió:Ambos, Leandro y Cordelia, se espantaron.

Narrador escribió:Leandro tomó el dinero de las manos de Cordelia.

Leandro: ¡G-gracias por su donación!

Narrador escribió:Cordelia, apenada, se apartó del lugar.

Narrador escribió:Leandro, al ver que Cordelia se alejaba, dejó su puesto y corrió detrás de Cordelia. El corazón de Leandro casi podía salirse de su pecho.

Narrador escribió:Leandro volvió a tomar de la mano a Cordelia.

Narrador escribió:Una runa de color naranja apareció por un breve momento detrás de Leandro.

"¿Saldrías conmigo?"

Tiempo después, Leandro y Cordelia hicieron oficial su noviazgo. Leandro acompaña siempre que puede a Cordelia en sus entrenamientos, y Cordelia, en algunos de sus tiempos libres, ayuda a la familia de Leandro en el restaurant.

Narrador escribió:Leandro y Cordelia contemplaban el atardecer, pero algo no iba bien, el semblante de Cordelia reflejaba nada más que tristeza.

Narrador escribió:Leandro rompió el silencio.

Leandro: ¿Qué es lo que te tiene así de triste, Cordelia?

Cordelia: Leandro...

Narrador escribió:Una lágrima brotó de los ojos de Cordelia.

Cordelia: A pesar de todo lo que he conseguido... mi familia no tiene pensado apoyarme...

Narrador escribió:Leandro, situado al lado de Cordelia, tomó su mano izquierda con su mano derecha.

Leandro: Cordelia, no es necesario que sigas los mismos pasos que tu familia... Todos los seres humanos tenemos diferentes sueños y anhelos...

Narrador escribió:Leandro tomó las dos manos de Cordelia

Leandro: No está mal elegir ser diferente... y, aunque tu familia te de la espalda... yo estaré aquí para apoyarte.

Narrador escribió:Cordelia sonrió, y después abrazó a Leandro.

Cordelia: Dime, Leandro... Tú siempre pareces tan contento... ¿Acaso no hay algo que te ponga triste?

Narrador escribió:Leandro, continuó mirando al horizonte y dijo:

Leandro: ... Logré sacar a mi familia de esa situación tan terrible en la que se encontraba, pero a veces me pongo a pensar... en que aún existen muchas más familias como la mía... Cordelia... si tan solo, si tan solo pudiera llevar la luz a todo el mundo...

Cordelia: Leandro... estoy segura de que algún día lo conseguirás...

Narrador escribió:Cordelia tomó el rostro de Leandro con ambas manos.

"Y cuando eso suceda... yo estaré ahí junto a ti."


Continuará en el Capítulo 27.

Capítulo 27. Demonio.


Había pasado un rato desde que los poderes demoniacos de Sésmar despertaron; Sésmar se encuentra arrodillado en el piso, con ambas manos en la cabeza. Después de usar los poderes que consiguió tras haber sido acorralado por Adés, el joven humano está ahora al borde del colapso.

Sésmar: Mi cabeza...

Narrador escribió:Sésmar podía escuchar una voz en su mente.

"Necesitas mi poder, Sésmar."

Sésmar: ¿¡Qu-quién eres!? ¿¡Ragnar!?

Narrador escribió:Un Adés herido contemplaba a Sésmar perdiendo la cordura.

Adés: -Pensando- (Este humano... consiguió todo ese poder de manera casi instantánea... pero...)

Narrador escribió:Sésmar se tiró al piso.

Adés: -Pensando- (La energía que desprende ahora... es muy diferente a la que sentía en un principio...) -Truena los huesos de su cuello- (¿Podrá ser que... los humanos también sean capaces de utilizar demonios como nosotros...?)

"Mátalo, Sésmar."

Sésmar: Sal... de mi cabeza...

Adés: -Pensando- -Mira fijamente su espada- (Una vez que mi demonio ha sido liberado, estoy obligado a terminar la pelea, aún si muero.)

Narrador escribió:Adés dio un tajo en el aire con su espada.

Adés: -Pensando- (Dame lo mejor que tienes.)

Narrador escribió:Sésmar empezó a hacer sonidos extraños.

Sésmar: Grrr...

Adés: ¡Estoy esperando, humano!

Narrador escribió:Sésmar lanzó la espada de su padre por los aires, después extendió sus manos y dio un grito primal.

Sésmar: ¡GGGRRRAAAAGGHHH!

Narrador escribió:El poder demoníaco de Sésmar hacía temblar la tierra. Sus pupilas ahora estaban dilatadas y mostraba una sonrisa macabra de oreja a oreja.

Adés: ¡Morirás a manos del quinto Guardián de Svaltar! ¡El Demonio más fuerte de este mundo!

Narrador escribió:Sésmar dio un salto en el aire para tomar la espada de su padre. Una vez arriba, dijo:

Sésmar: ¡¿El quinto Guardían, dices?! -Preguntó en tono sarcástico-. ¡Qué patético!

Narrador escribió:Sésmar se preparaba para atacar.

Sésmar: Ni el cuarto, ni el tercero, tampoco el segundo... ¡Todos saben que sólo el primer lugar es el que importa!

Narrador escribió:Sésmar apareció delante de Adés, introduciendo su espada en el abdomen del Svaltar.

Sésmar: ¡No me digas que ese ataque tan débil te causó daño!

Narrador escribió:Adés, con su mano izquierda, tomó la espada que había penetrado en su abdomen y la introdujo aún más, logrando así acercarse a Sésmar.

Narrador escribió:Adés logró penetrar con su espada en el abdomen de Sésmar también.

Narrador escribió:Sésmar y Adés se miraron fijamente por unos momentos.

Narrador escribió:Aún con las espadas incrustadas en su abdomen, Sésmar y Adés comenzaron a reír, y una vez que terminaron, repitieron al mismo tiempo:

Las cosas no tenían buena pinta para Leandro y Fihl, pues ambos habían recibido múltiples heridas y Sram no parecía siquiera estar cansado. Dentro del Mundo del Engaño de Sram, todo era de un color negro absoluto, lo único que les permitía mirar algo de lo que había dentro del domo era el sable de luz de Leandro.

Fihl: -Dirigiéndose a Leandro- Pagaremos muy caro el haber permitido que usara su poder, humano.

Leandro:  -Pensativo- Dime, Fihl... en la escala que utilizan los guardianes de Svaltar, ¿cuál es la posición de Sram?

Fihl: Él es el séptimo guardián. Ese era el lugar que antes ocupaba Trásir. Pero, ¿a qué viene eso ahora?

Leandro: -Pensando- (¿El número... siete?)

Narrador escribió:Sram interrumpió la conversación.

Sram: ¿Y bien? ¿Ya terminaron? -Ríe-

Leandro: Muéstrate de una vez, Sram.

Sram: -Ríe- No veo cuál sea la prisa.

Narrador escribió:Frente a Leandro y Fihl aparecieron decenas de cuerpos que se parecían mucho a los de Sram.

Sram: Empiezo a sentirme un poco mal por ustedes, así que tengo pensado darles una oportunidad, aunque sea pequeña. -Ríe-

Narrador escribió:Fihl arremetió contra uno de los clones; éste se desvaneció en la oscuridad.

Fihl: Me lo temía, son falsos.

Narrador escribió:Leandro también intentó atacar a uno de los clones, obteniendo el mismo resultado.

Leandro: ¡No tengo tiempo para tus juegos, Sram!

Narrador escribió:Uno de los clones de Sram atacó por sorpresa a Leandro, hiriendo una de sus piernas.

Leandro: ¡Maldito!

Sram: Muy bien, ahora que están atentos, permítanme explicarles las reglas:
He colocado a lo largo y ancho de este lugar varios clones míos. Entre todos ellos... me encuentro yo también. Si logran encontrar al verdadero Sram, los dejaré salir de mi Mundo del Engaño.
¿No crees que es un buen momento para utilizar tu poder, Fihl? Si tienes suerte, podrías conseguir hacerme cuando menos un rasguño. -Ríe-

Leandro: -Pensando- (Podría simplemente utilizar todo el poder que me queda para acabar con sus clones, y con suerte, alcanzarlo a él también, pero...)

Narrador escribió:Leandro trataba de mirar fuera del domo.

Leandro: -Pensando- (Todos allá fuera están peleando... ¡no puedo quedarme sin el poder de mi Spirit!)

Narrador escribió:El sable de Leandro desprendía ahora más energía.

Leandro: ¡No podrás engañarnos por más tiempo, Sram!

Narrador escribió:Leandro y Fihl se lanzaron contra los clones.

Narrador escribió:La pelea entre Hipna y Cordelia alcanzaba su punto más álgido. Las cuerpos de las dos mujeres tenían heridas por todas partes.

Hipna: Es una lástima... -Jadea- que esto deba terminar así.

Cordelia: Si tan interesada... -Jadea- estás en mí... ¿por qué no mejor... -Jadea-  luchas a mi lado?

Narrador escribió:Hipna y Cordelia recobraron el aliento.

Hipna: -Bosteza- Debes estar bromeando...

Cordelia: Le temes a lo que esos tipos que aparecieron en el techo puedan hacerte, ¿no es así?...

Narrador escribió:Hipna permaneció en silencio.

Cordelia: Desde la primera vez que peleamos, incluso ahora... no siento que tengas la intención de matarme.

Hipna: Nunca tuve la intención de matarte, querida. Pero debes comprender... que no tengo otra opción.

Cordelia: Pelea a nuestro lado, Hipna. ¡Algo me dice que eres diferente a los demás Svaltar!

Narrador escribió:Hipna tomó su alabarda con la mano derecha y extendió su brazo al frente.

Hipna: Nada de esto habría pasado si te hubieras quedado en el castillo.

Narrador escribió:Hipna soltó el arma y ésta se quedó suspendida en el aire, comenzando a girar.

Cordelia: -Pensando- (¿Qué rayos piensa hacer?)

Hipna: Duerme, Demonio.

Narrador escribió:La alabarda de Hipna se desvaneció lentamente.

Cordelia: -Pensando- (¡No! ¡Ese debe ser el mismo poder que utilizó en nuestra primer pelea!)

Narrador escribió:Cordelia intentó acercarse a Hipna, pero cuanto más se acercaba, más se adormecía su cuerpo.

Cordelia: -Pensando- (M-mi cuerpo... ¿por qué... se siente... tan pesado?...)

Narrador escribió:Cordelia cayó de rodillas sobre el suelo, logrando sostenerse sobre su lanza, que incrustó en la tierra.

Hipna: Deberías estar agradecida, pequeña. ¿No es esta la muerte que todos ansían?... Una muerte tranquila... dormir para nunca jamás despertar.

Cordelia: -Perdiendo el equilibrio- -Pensando- (¿U-una muerte tranquila...?)

Hipna: Me pregunto... ¿cómo será el último de tus sueños antes de morir?

Narrador escribió:La alabarda de Hipna apareció de nuevo.

Hipna: -Toma la alabarda- -Mira fijamente a Cordelia-

Narrador escribió:Aún de rodillas, Cordelia levantó su lanza con el brazo derecho, con la punta apuntando hacia ella.

Cordelia: ¡La idea de una muerte tranquila desapareció cuando me convertí en guerrera!

Narrador escribió:Cordelía clavó la lanza en su pierna derecha, haciéndole gritar de dolor, pero consiguiendo librarse de los poderes de Hipna. La Svaltar estaba sorprendida.

Hipna: Mira lo que acabas de hacer... -Bosteza- No es justo que un cuerpo como el tuyo sea tratado de esa manera.

Cordelia: ¿Lo dice la misma que me ha hecho todas las heridas que llevo sobre el cuerpo?

Narrador escribió:La joven humana sacó una venda de su ropaje, con ella se haría un torniquete en la pierna para detener un poco el sangrado. La venda pronto se tiñó de rojo.

Cordelia: -Se pone de pie- Terminemos con esto, Hipna.




Los poderes demoniacos habían conferido a Sésmar una gran ventaja en combate; pero el joven humano se había convertido ahora en una bestia sedienta de sangre, y poder.
La batalla entre Sésmar y el Quinto Guardián estaba a punto de terminar, después de una insensante pelea, Humano y Demonio chocaron sus espadas por última vez.

Narrador escribió:Sésmar pateó una de las piernas de Adés, haciéndole perder el equilibrio y el control sobre su espada.

Sésmar: Tengo algo para ti.

Narrador escribió:Con un tajo ascendente, Sésmar cortó el brazo derecho de Adés.

Adés: ¡Tch! -Se aparta de Sésmar-

Sésmar: Sólo tengo que cortar uno más.

Adés: -Tocándose la herida- ¡No seas tan arrogante, humano!

A pesar de haberse quedado sin su brazo derecho, Adés continuó con sus intentos por herir a Sésmar, pero no lo consiguió. El Svaltar, ahora exhausto, yace ante los pies de Sésmar. El Quinto Guardián se encuentra tirado en el piso, le es casi imposible levantarse o tomar su espada una vez más.

Narrador escribió:Sésmar mantenía una mirada fiera sobre el Svaltar, justo como lo haría un depredador que está acechando a su presa.

"Mátalo, Sésmar."

Narrador escribió:La misma voz de antes hacía eco en la mente del joven humano.

Sésmar: Grrr...

Adés: ¡Ma-Maldito...! ¡Maldito humano!

Narrador escribió:Adés intentó levantarse, pero Sésmar le dio una patada en el pecho y lo sometió; la vida del Svaltar ahora está en sus manos.

Narrador escribió:Un frío terrible azotó el campo de batalla, y poco a poco comenzó a caer nieve del cielo.

Adés: -Pensando- (Es-Este frío...) Ar-Artémis...

Narrador escribió:La sombra de Artémis apareció frente a ellos.

Artémis: ...Una vez más, el fuerte se impuso ante el débil.

Adés: ... Tú... ¿qu-qué haces aquí?...

Narrador escribió:Sésmar tomó su espada con las dos manos...

Sésmar: ¡GGGRRRAAAAGGHHH!

Narrador escribió:Y perforó el corazón de Adés.

Artémis: Esa es la ley de la vida.

Narrador escribió:Los poderes demoniacos de Sésmar acabaron por hacer que colapsara; poco después de asesinar a Adés, cayó al piso y no se volvió a levantar.

Continuará en el Capítulo 28.