Espíritu. (+18)

Recuerdo del primer mensaje :



¡Hola amigos de Yoshi Fans Club!
Permítanme presentarles mi nueva obra.

En un principio esta historia pretendía ocurrir en el mismo universo que el de mi primer fic publicado aquí (Pokumon), pero debido a que el concepto de éste es muy diferente, decidí crear una historia y universo completamente diferentes.


Género: Acción, Drama, Fantasía, Tragedia, Romance.

Sinopsis: Ante la traición de los Dioses, Svaltar, el Mundo de la Oscuridad, planea invadir su mundo favorito, el Mundo de los Humanos. Sésmar y Aldaír, dos jovenes estudiantes, con sus Spirit, y junto a sus demás amigos, han ideado un plan para evitar la invasión de Svaltar; pronto se darían cuenta de que intentar asestar un golpe al Mundo de la Oscuridad antes de la invasión pudo no haber sido la mejor idea.

Para caracterizar a los personajes de mi obra (y debido a que no se me da bien el dibujo) he decidido basarme en personajes de anime, videojuegos, e incluso personalidades de la vida real, a continuación verán una lista con todos los personajes y su respectiva caracterización.

Personajes del Mundo de los Humanos

Spoiler:

Personajes de Svaltar

Spoiler:

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CONTENIDO EXTRA:

Parte 1.

Capítulo 1. Energía extraña.
Capítulo 2. Fihl y Trásir.
Capítulo 3. Infiltrado.
Capítulo 4. Más amigos.
Capítulo 5. Svaltar.
Capítulo 6. Entrenamiento.
Capítulo 7. El Doctor.
Capítulo 8. El plan de Aldaír.
Capítulo 9. Secuestro.
Capítulo 10. Maldad.
Capítulo 11. En una isla lejana.
Capítulo 12. Memorias de Akaroa, Parte 1.
Capítulo 13. Memorias de Akaroa, Parte 2.
Capítulo 14. Por los nuestros.

Parte 2.

Capítulo 15. El viaje, Parte 1.
Capítulo 16. El viaje, Parte 2.
Capítulo 17. Ladrones y vampiros.
Capítulo 18. Juego de niños.
Capítulo 19. Poder anulado.
Capítulo 20. Entre sueños y pesadillas, Parte 1.
Capítulo 21. Entre sueños y pesadillas, Parte 2.
Capítulo 22. Familia.
Capítulo 23. Dragón rojo.
Capítulo 24. Sexto guardián.
Capítulo 25. Engaño y desesperación.
Capítulo 26. Anhelos.
Capítulo 27. Demonio.
Capítulo 28. Mentira.
Capítulo 29. Corazón de hielo.


Todos los capítulos son susceptibles a cambio de título y/o modificaciones en los diálogos después de su fecha de publicación.

Capítulo 27. Demonio.


Había pasado un rato desde que los poderes demoniacos de Sésmar despertaron; Sésmar se encuentra arrodillado en el piso, con ambas manos en la cabeza. Después de usar los poderes que consiguió tras haber sido acorralado por Adés, el joven humano está ahora al borde del colapso.

Sésmar: Mi cabeza...

Narrador escribió:Sésmar podía escuchar una voz en su mente.

"Necesitas mi poder, Sésmar."

Sésmar: ¿¡Qu-quién eres!? ¿¡Ragnar!?

Narrador escribió:Un Adés herido contemplaba a Sésmar perdiendo la cordura.

Adés: -Pensando- (Este humano... consiguió todo ese poder de manera casi instantánea... pero...)

Narrador escribió:Sésmar se tiró al piso.

Adés: -Pensando- (La energía que desprende ahora... es muy diferente a la que sentía en un principio...) -Truena los huesos de su cuello- (¿Podrá ser que... los humanos también sean capaces de utilizar demonios como nosotros...?)

"Mátalo, Sésmar."

Sésmar: Sal... de mi cabeza...

Adés: -Pensando- -Mira fijamente su espada- (Una vez que mi demonio ha sido liberado, estoy obligado a terminar la pelea, aún si muero.)

Narrador escribió:Adés dio un tajo en el aire con su espada.

Adés: -Pensando- (Dame lo mejor que tienes.)

Narrador escribió:Sésmar empezó a hacer sonidos extraños.

Sésmar: Grrr...

Adés: ¡Estoy esperando, humano!

Narrador escribió:Sésmar lanzó la espada de su padre por los aires, después extendió sus manos y dio un grito primal.

Sésmar: ¡GGGRRRAAAAGGHHH!

Narrador escribió:El poder demoníaco de Sésmar hacía temblar la tierra. Sus pupilas ahora estaban dilatadas y mostraba una sonrisa macabra de oreja a oreja.

Adés: ¡Morirás a manos del quinto Guardián de Svaltar! ¡El Demonio más fuerte de este mundo!

Narrador escribió:Sésmar dio un salto en el aire para tomar la espada de su padre. Una vez arriba, dijo:

Sésmar: ¡¿El quinto Guardían, dices?! -Preguntó en tono sarcástico-. ¡Qué patético!

Narrador escribió:Sésmar se preparaba para atacar.

Sésmar: Ni el cuarto, ni el tercero, tampoco el segundo... ¡Todos saben que sólo el primer lugar es el que importa!

Narrador escribió:Sésmar apareció delante de Adés, introduciendo su espada en el abdomen del Svaltar.

Sésmar: ¡No me digas que ese ataque tan débil te causó daño!

Narrador escribió:Adés, con su mano izquierda, tomó la espada que había penetrado en su abdomen y la introdujo aún más, logrando así acercarse a Sésmar.

Narrador escribió:Adés logró penetrar con su espada en el abdomen de Sésmar también.

Narrador escribió:Sésmar y Adés se miraron fijamente por unos momentos.

Narrador escribió:Aún con las espadas incrustadas en su abdomen, Sésmar y Adés comenzaron a reír, y una vez que terminaron, repitieron al mismo tiempo:

Las cosas no tenían buena pinta para Leandro y Fihl, pues ambos habían recibido múltiples heridas y Sram no parecía siquiera estar cansado. Dentro del Mundo del Engaño de Sram, todo era de un color negro absoluto, lo único que les permitía mirar algo de lo que había dentro del domo era el sable de luz de Leandro.

Fihl: -Dirigiéndose a Leandro- Pagaremos muy caro el haber permitido que usara su poder, humano.

Leandro:  -Pensativo- Dime, Fihl... en la escala que utilizan los guardianes de Svaltar, ¿cuál es la posición de Sram?

Fihl: Él es el séptimo guardián. Ese era el lugar que antes ocupaba Trásir. Pero, ¿a qué viene eso ahora?

Leandro: -Pensando- (¿El número... siete?)

Narrador escribió:Sram interrumpió la conversación.

Sram: ¿Y bien? ¿Ya terminaron? -Ríe-

Leandro: Muéstrate de una vez, Sram.

Sram: -Ríe- No veo cuál sea la prisa.

Narrador escribió:Frente a Leandro y Fihl aparecieron decenas de cuerpos que se parecían mucho a los de Sram.

Sram: Empiezo a sentirme un poco mal por ustedes, así que tengo pensado darles una oportunidad, aunque sea pequeña. -Ríe-

Narrador escribió:Fihl arremetió contra uno de los clones; éste se desvaneció en la oscuridad.

Fihl: Me lo temía, son falsos.

Narrador escribió:Leandro también intentó atacar a uno de los clones, obteniendo el mismo resultado.

Leandro: ¡No tengo tiempo para tus juegos, Sram!

Narrador escribió:Uno de los clones de Sram atacó por sorpresa a Leandro, hiriendo una de sus piernas.

Leandro: ¡Maldito!

Sram: Muy bien, ahora que están atentos, permítanme explicarles las reglas:
He colocado a lo largo y ancho de este lugar varios clones míos. Entre todos ellos... me encuentro yo también. Si logran encontrar al verdadero Sram, los dejaré salir de mi Mundo del Engaño.
¿No crees que es un buen momento para utilizar tu poder, Fihl? Si tienes suerte, podrías conseguir hacerme cuando menos un rasguño. -Ríe-

Leandro: -Pensando- (Podría simplemente utilizar todo el poder que me queda para acabar con sus clones, y con suerte, alcanzarlo a él también, pero...)

Narrador escribió:Leandro trataba de mirar fuera del domo.

Leandro: -Pensando- (Todos allá fuera están peleando... ¡no puedo quedarme sin el poder de mi Spirit!)

Narrador escribió:El sable de Leandro desprendía ahora más energía.

Leandro: ¡No podrás engañarnos por más tiempo, Sram!

Narrador escribió:Leandro y Fihl se lanzaron contra los clones.

Narrador escribió:La pelea entre Hipna y Cordelia alcanzaba su punto más álgido. Las cuerpos de las dos mujeres tenían heridas por todas partes.

Hipna: Es una lástima... -Jadea- que esto deba terminar así.

Cordelia: Si tan interesada... -Jadea- estás en mí... ¿por qué no mejor... -Jadea-  luchas a mi lado?

Narrador escribió:Hipna y Cordelia recobraron el aliento.

Hipna: -Bosteza- Debes estar bromeando...

Cordelia: Le temes a lo que esos tipos que aparecieron en el techo puedan hacerte, ¿no es así?...

Narrador escribió:Hipna permaneció en silencio.

Cordelia: Desde la primera vez que peleamos, incluso ahora... no siento que tengas la intención de matarme.

Hipna: Nunca tuve la intención de matarte, querida. Pero debes comprender... que no tengo otra opción.

Cordelia: Pelea a nuestro lado, Hipna. ¡Algo me dice que eres diferente a los demás Svaltar!

Narrador escribió:Hipna tomó su alabarda con la mano derecha y extendió su brazo al frente.

Hipna: Nada de esto habría pasado si te hubieras quedado en el castillo.

Narrador escribió:Hipna soltó el arma y ésta se quedó suspendida en el aire, comenzando a girar.

Cordelia: -Pensando- (¿Qué rayos piensa hacer?)

Hipna: Duerme, Demonio.

Narrador escribió:La alabarda de Hipna se desvaneció lentamente.

Cordelia: -Pensando- (¡No! ¡Ese debe ser el mismo poder que utilizó en nuestra primer pelea!)

Narrador escribió:Cordelia intentó acercarse a Hipna, pero cuanto más se acercaba, más se adormecía su cuerpo.

Cordelia: -Pensando- (M-mi cuerpo... ¿por qué... se siente... tan pesado?...)

Narrador escribió:Cordelia cayó de rodillas sobre el suelo, logrando sostenerse sobre su lanza, que incrustó en la tierra.

Hipna: Deberías estar agradecida, pequeña. ¿No es esta la muerte que todos ansían?... Una muerte tranquila... dormir para nunca jamás despertar.

Cordelia: -Perdiendo el equilibrio- -Pensando- (¿U-una muerte tranquila...?)

Hipna: Me pregunto... ¿cómo será el último de tus sueños antes de morir?

Narrador escribió:La alabarda de Hipna apareció de nuevo.

Hipna: -Toma la alabarda- -Mira fijamente a Cordelia-

Narrador escribió:Aún de rodillas, Cordelia levantó su lanza con el brazo derecho, con la punta apuntando hacia ella.

Cordelia: ¡La idea de una muerte tranquila desapareció cuando me convertí en guerrera!

Narrador escribió:Cordelía clavó la lanza en su pierna derecha, haciéndole gritar de dolor, pero consiguiendo librarse de los poderes de Hipna. La Svaltar estaba sorprendida.

Hipna: Mira lo que acabas de hacer... -Bosteza- No es justo que un cuerpo como el tuyo sea tratado de esa manera.

Cordelia: ¿Lo dice la misma que me ha hecho todas las heridas que llevo sobre el cuerpo?

Narrador escribió:La joven humana sacó una venda de su ropaje, con ella se haría un torniquete en la pierna para detener un poco el sangrado. La venda pronto se tiñó de rojo.

Cordelia: -Se pone de pie- Terminemos con esto, Hipna.




Los poderes demoniacos habían conferido a Sésmar una gran ventaja en combate; pero el joven humano se había convertido ahora en una bestia sedienta de sangre, y poder.
La batalla entre Sésmar y el Quinto Guardián estaba a punto de terminar, después de una insensante pelea, Humano y Demonio chocaron sus espadas por última vez.

Narrador escribió:Sésmar pateó una de las piernas de Adés, haciéndole perder el equilibrio y el control sobre su espada.

Sésmar: Tengo algo para ti.

Narrador escribió:Con un tajo ascendente, Sésmar cortó el brazo derecho de Adés.

Adés: ¡Tch! -Se aparta de Sésmar-

Sésmar: Sólo tengo que cortar uno más.

Adés: -Tocándose la herida- ¡No seas tan arrogante, humano!

A pesar de haberse quedado sin su brazo derecho, Adés continuó con sus intentos por herir a Sésmar, pero no lo consiguió. El Svaltar, ahora exhausto, yace ante los pies de Sésmar. El Quinto Guardián se encuentra tirado en el piso, le es casi imposible levantarse o tomar su espada una vez más.

Narrador escribió:Sésmar mantenía una mirada fiera sobre el Svaltar, justo como lo haría un depredador que está acechando a su presa.

"Mátalo, Sésmar."

Narrador escribió:La misma voz de antes hacía eco en la mente del joven humano.

Sésmar: Grrr...

Adés: ¡Ma-Maldito...! ¡Maldito humano!

Narrador escribió:Adés intentó levantarse, pero Sésmar le dio una patada en el pecho y lo sometió; la vida del Svaltar ahora está en sus manos.

Narrador escribió:Un frío terrible azotó el campo de batalla, y poco a poco comenzó a caer nieve del cielo.

Adés: -Pensando- (Es-Este frío...) Ar-Artémis...

Narrador escribió:La sombra de Artémis apareció frente a ellos.

Artémis: ...Una vez más, el fuerte se impuso ante el débil.

Adés: ... Tú... ¿qu-qué haces aquí?...

Narrador escribió:Sésmar tomó su espada con las dos manos...

Sésmar: ¡GGGRRRAAAAGGHHH!

Narrador escribió:Y perforó el corazón de Adés.

Artémis: Esa es la ley de la vida.

Narrador escribió:Los poderes demoniacos de Sésmar acabaron por hacer que colapsara; poco después de asesinar a Adés, cayó al piso y no se volvió a levantar.

Continuará en el Capítulo 28.

Capítulo 28. Mentira


A pocos metros del Mundo del Engaño de Sram, Eros y Geist también continuaban su combate. El Robot del Doctor Donner lanzaba ataque tras ataque contra la guardiana, pero esta parecía haber perdido todo el interés en la pelea.

Eros: Querido, esta batalla está empezando a aburrirme. -Esquiva los ataques de Geist-

Narrador escribió:Geist dejó de atacar a Eros por unos instantes.

Eros: Hay algo que no entiendo, cariño.

Narrador escribió:La guardiana se acercó al robot.

Eros: -Pone las manos sobre la cintura- ¿Por qué aún no has caido a mis pies?

Narrador escribió:Geist permaneció callado.

Eros: No pareces ser un humano... y la energía que desprendes es algo diferente a la del chico rubio. -Dice pensativa mientras pone una mano sobre su mentón-

Geist: ... ¿Cuándo piensas usar tu arma?

Eros: ¿Te refieres a algo así como una espada o una lanza?

Narrador escribió:Geist volvió a guardar silencio.

Eros: -Ríe- Querido, yo utilizo algo mucho mejor que eso.

Narrador escribió:Eros inclinó un poco su torso y expuso una porción de su pecho.

Eros: ¿Necesito ser más explícita? -Ríe-

Narrador escribió:Geist ni se inmutó.

Eros: -Retoma su postura, después suspira- Ya que mis poderes parecen no tener efecto sobre ti, supongo que puedo explicártelo:

Narrador escribió:Mientras deslizaba la mano izquierda por su vientre, y sostenía uno de sus pechos con la derecha, Eros dijo:

"... ¡El placer, querido! ¡El placer es lo mejor que podrás encontrar en este y en cualquiera de los mundos!"

Eros: -Vuelve a su postura normal, después abre la palma de su mano derecha-

Algunos encuentran placer obteniendo poder...
-Cierra la palma-

Otros, como Fihl y Trásir, lo encontrarán en eso que llaman amor...
-Une sus dos manos en un puño mientras cierra los ojos-

-Pone una mano sobre la cintura-
Es posible hallar el placer hasta en los aspectos más banales de la vida, pero hay un placer que no tiene punto de comparación;

-Da un tajo en el aire con su mano derecha-
Y ese no podría ser otro más que el placer primigenio, ¡la razón por la que todos estamos aquí!

Narrador escribió:Geist se volvió invisible.

Eros: ¡No ha habido persona, hombre o mujer, que haya sido capaz de resistirse a mi poder!

Narrador escribió:Y arremetió contra Eros.

Eros: -Bloquea el ataque de Geist- ¡Así que dime! ¿¡Por qué no sucumbes ante el placer!?

Geist: -Aun forcejeando con Eros- Estás buscando en el lugar equivocado. Yo no soy humano.

Eros: -Ríe- ¡Lo sabía! -Patea a Geist- ¡Tú no me sirves, sólo eres un pedazo de metal!

Narrador escribió:La patada de Eros envió a Geist directamente a la tierra, dejándolo inmóvil por unos instantes.

Eros: No puedo imaginar lo miserable que debe ser tu vida al no poder disfrutar el goce del placer… ¡Estarás agradecido conmigo una vez que te mate!

Narrador escribió:Después de pronunciar esas palabras, Eros se lanzó al ataque contra un Geist aún inmóvil; pero a mitad de camino hubo algo que llamó la atención de ambos.

Eros: Oh, vaya... -Sonríe-

Narrador escribió:Aquello que había captado la atención de Eros y Geist no era nada más que el Mundo del Engaño de Sram, pues estaba comenzando a desintegrarse de nuevo.

Narrador escribió:Ambos miraban fijamente el domo.

Eros: Esto solo puede significar una cosa; la pelea allí dentro terminó… pero la pregunta es, ¿a quién veremos salir con vida? –Sonríe-

Narrador escribió:Geist no dijo una sola palabra, pero en su rostro se podía ver reflejada su preocupación.

Narrador escribió:Leandro y Fihl libraban una fiera batalla contra los clones de Sram, ambos mostraban numerosas heridas por todo su cuerpo.

Leandro: ¡De prisa Fihl, estamos a punto de terminar con todos sus clones!

Fihl: ¡Muéstrate de una vez, maldito! -Parte a la mitad uno de los clones-

Sram: ¿Mostrarme? ¿De qué hablas? Si he estado junto a ustedes todo este tiempo. –Ríe-

Leandro: -Forcejeando con un clon- ¡Concéntrate, Fihl! ¡Recuerda que Sram se esconde entre sus propios clones!

Narrador escribió:Agotados y ensangrentados, Fihl y Leandro lograron deshacerse de la mayoría de los clones, ahora sólo había dos frente a ellos.

Leandro: -Con dificultades para respirar- Se acabó, Sram.

Fihl: -Jadeando- Sólo quedan dos, uno de ellos tiene que ser él.

Narrador escribió:Sram, al escucharlos, no pudo contener la risa.

Leandro: ¡¿De qué te estás riendo?!

Sram: -Ríe- El mundo está lleno de mentiras, humano. Aprendemos a mentir desde que nacemos; mentimos y engañamos en todo momento. Incluso ahora te estás engañando a ti mismo, haciéndole creer a tu mente que sabes cuál de los clones es el verdadero.

Fihl: -Recupera el aliento- ¡Ya tuve suficiente!

Narrador escribió:Fihl atacó a uno de los dos clones, pero este se esfumó apenas recibir el impacto.

Sram: Deberían pensar en sus amigos, cada segundo es vital para ellos. Me pregunto… ¿qué estará haciendo esa chica pelirroja en estos momentos? -Ríe-

Leandro: -Pensando- (¿Chica pelirroja?... ¿No estará hablando de…)

Narrador escribió:Leandro, quien se distrajo por escuchar a Sram, perdió el control de su espada de luz. La oscuridad volvía a engullir poco a poco el campo de batalla.

Fihl: ¡Cuidado, humano!

Narrador escribió:El Svaltar logró interceptar el ataque del clon restante que trataba de herir a Leandro. Este también se desvaneció en la oscuridad una vez que fue alcanzado por Fihl.

Fihl: -Pensando- (¡¿Qué significa esto?!)

Leandro: Dime, Sram…

Sram: -Ríe- Algo acaba de cambiar en ti, humano.

Leandro: … ¿De qué chica de pelo rojo hablas? -Dijo algo molesto-

Sram: Parece que dos personajes más están a punto de hacer su aparición... -Ríe-

Narrador escribió:Una voz muy familiar para Leandro se pudo escuchar cerca.

Cordelia: ¡Aquí estás, Leandro!

Leandro: ¡¿Qu-Qué?! ¡¿Cordelia?!

Narrador escribió:Cordelia había aparecido de entre las sombras, Leandro se quedó atónito.

Fihl: ¡No caigas en sus juegos, humano!

Narrador escribió:Fihl, al ver a un Leandro impresionado por lo que acababa de pasar frente a sus ojos, corría hacia él, pero entonces otra voz femenina se escuchó dentro.

Trásir: ¡Fihl! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!

Narrador escribió:Fihl se detuvo.

Fihl: ¡Esa voz…

Narrador escribió:Trásir se mostró frente a Fihl.

Fihl: ¡Trásir!

Trásir: ¡Acabemos con esto, Fihl! ¡Derrotemos a ese estúpido humano y volvamos junto a los demás guardianes!

Narrador escribió:Fihl puso las manos sobre su cabeza.

Fihl: No… ¡no caeré en tus trampas!

Narrador escribió:Fihl blandió sus cuchillas contra Trásir.

Fihl: ¡Muere, maldito!

Narrador escribió:Trásir se quedó quieta aun cuando Fihl se disponía a atacarla; antes de alcanzar la cabeza de Trásir con sus cuchillas, Fihl se detuvo.

Fihl: ¿P-por qué no esquivas mi ataque?

Trásir: ¿Acaso eres tonto?

Narrador escribió:Trásir se acercó aún más a Fihl.

Trásir: -Acaricia una de las mejillas de Fihl- Yo sé que jamás me harías daño, Fihl.

Fihl: T-Trásir… -Baja sus cuchillas-

Cordelia: ¡Debemos salir de aquí pronto, Leandro! ¡Los demás están en peligro!

Leandro: Co-Cordelia, p-pero si tú...

Cordelia: ¡No hay tiempo para explicaciones! -Toma a Leandro de la mano- ¡Salgamos de aquí cuanto antes!

Leandro: ¡¿Cómo se supone que vamos a hacer eso?!

Cordelia: ¡Te he visto antes hacer volar este domo, puedes hacerlo de nuevo!

Leandro: -Pensando- (¡Es cierto! Si consigo destruir el domo, ¡Sram se volverá vulnerable de nuevo! ¡Ahora que Cordelia está a mi lado, estoy seguro de que podremos derrotarlo!)

Narrador escribió:Leandro preparaba una vez más el ataque que utilizó antes para destruir el Mundo del Engaño.

Cordelia: ¡Leandro!

Leandro: ¡Espera, Cordelia, sólo necesito un poco más de energía!

Cordelia: … ¡Eres un grandísimo estúpido! -Ríe-

Narrador escribió:Leandro, desconcertado, dejó de cargar su ataque.

Leandro: -Voltea a mirar a Cordelia- ¿Qué acabas de deci-

Narrador escribió:En ese momento, Sram apareció justo detrás de Leandro, hiriéndolo gravemente en la espalda con sus dagas.

Leandro: N-no puede s-ser… C-Cordelia… -Queda inconsciente-

Narrador escribió:Del otro lado, Trásir y Fihl se estaban fundiendo en un abrazo.

Trásir: Debemos permanecer juntos, Fihl.

Fihl: Así será, Trásir.

Trásir: -Le susurra al oído- Hasta que la muerte nos separe…

Fihl: Hasta que la muerte nos… ¿separ-

Narrador escribió:Una vez más, haciendo uso de sus dotes del engaño, Sram clavó sus dagas en la espalda de Fihl. El Svaltar compartiría el mismo destino que Leandro.

Sram: Descansa, Guardián. -Ríe-

Narrador escribió:Fihl, aun con la vista borrosa, logró distinguir el cuerpo de Sram, que pasaba frente a él.

Fihl: N-no pudimos h-haber sido… tan e-estúpidos… -Cierra los ojos y acto seguido queda inconsciente-

Narrador escribió:Cordelia y Trásir, quienes en realidad eran clones de Sram, recuperaron su forma original, y después se desvanecieron en la oscuridad.

Narrador escribió:El Mundo del Engaño de Sram desaparecía poco a poco.

Sram: Quién lo diría… Gracias a ese amor del que ustedes tanto presumen, ahora mismo yacen a mis pies. ¡Apuesto que ya no les parece tan bueno como antes! –Ríe a carcajadas- ¡¿En verdad creyeron que siquiera tendrían una oportunidad contra mí?!

Narrador escribió:El Svaltar continuó riendo mientras retiraba su poder del terreno.

La batalla entre las dos Svaltars había llegado a su fin, con una victoria de la novena guardiana sobre la Ausser de Pérse. El campo de batalla estaba cubierto de cenizas; gran parte del terreno había sido quemado gracias al poder de los Ausser.

Trásir: -Pensando- (Esos niños sí que tienen un poder asombroso...)

Narrador escribió:Trásir observó por unos instantes el cuerpo de Maca, quien había quedado inconsciente. Después, caminó hacia donde se encontraba Vishal.

Trásir: -Golpeando suavemente el rostro de Vishal- Oye, despierta.

Narrador escribió:Los intentos de Trásir por despertar al joven arquero fueron inútiles.

Trásir:  -Pensando- (Pues al final si que lo dio todo en ese ataque...)

Narrador escribió:Delante de Trásir se hallaba el sable que Tezz le había dado a Edward antes de entrar a Svaltar. La mujer caminó hacia él y lo tomó.

Trásir: -Mirando el sable- -Pensando- (Sober...)

Narrador escribió:El recuerdo del incidente que tuvo con Edward tiempo atrás pasaba por su mente.

Trásir: -Pensando- (Dejar que el poder de ese niño caiga en manos de los Böse... es un lujo que no podemos permitirnos...) -Guarda el sable-

Trásir: -Pensando- (Fihl debe estar bien, sólo espero que no haya tenido la mala suerte de toparse con Sram... ¡Ahora, debo darme prisa!)

Narrador escribió:Trásir siguió en su camino hacia el castillo.

Continuará en el Capítulo 29.

Capítulo 29. Corazón de hielo



Sésmar despertó después de haber quedado inconsciente en la pelea contra Adés. Para su sorpresa, no es en el campo de batalla donde se encuentra ahora, sino en una cama muy cómoda.

Sésmar: -Comienza a abrir los ojos, después levanta su torso- ¿D-dónde estoy? -Se rasca la nuca- -Pensando- (Y lo más importante... ¿Qué fue lo que pasó en la pelea?... ¿Gané?)

Narrador escribió:Sésmar observó por un momento sus manos, luego trató de levantarse la camisa, pero se dio cuenta de que no la llevaba puesta.

Sésmar: -Pensando- (¿Qué dem...) -Se mira el ombligo- ¿Por qué tengo el abdomen vendado?

Narrador escribió:Artémis, que había estado sentada en una silla al lado de la cama todo este tiempo, respondió:

Artémis: ¿Acaso no lo recuerdas? Adés te atravesó con su espada. -Mira sonriente a Sésmar-

Sésmar: Ciertamente no recuerdo much-

Narrador escribió:Sésmar volteó rápidamente hacia su lado derecho. Al ver el rostro de Artémis, Sésmar se mostró desconcertado, después, tocó una de sus mejillas.

Sésmar: Qué mejilla tan suave...

Narrador escribió:Artémis se sonrojó, y bajó la mirada.

Artémis: ¿Así es cómo demuestran gratitud en el Mundo de los Humanos?

Narrador escribió:Sésmar dejó de tocar la mejilla de Artémis.

Sésmar: -Pone una mano sobre su mentón- -Pensando- (Espera... ¿Por qué de repente aparecí en esta habitación con una chica así a mi lado?)

Narrador escribió:Artémis se mostraba algo extrañada.

Narrador escribió:Sésmar se levantó de golpe de la cama y apuntó su espada hacia Artémis.

Sésmar: ¡Maldito seas, Fóbeth! ¡Ragnar tenía razón, debí haberte matado cuando tuve la oportunidad!

Narrador escribió:Excepto que, Sésmar no llevaba la espada consigo.

Narrador escribió:Artémis no pudo evitar reir, y señaló con una de sus manos el lugar donde se encontraba su espada.

Sésmar: -Pensando- (¡Maldición!)

Narrador escribió:Sésmar tomó la espada y volvió frente a Artémis.

Sésmar: ¡Esta vez te haré pedazo-

Narrador escribió:Nuevamente, Sésmar parecía desconcertado. Dejó de apuntar con su espada a Artémis y se sentó en el suelo.

Sésmar: -Pone una mano sobre su mentón- -Pensando- (Ahora que lo pienso, el poder de Fóbeth hacía que alucinara con pesadillas... pero esto...) -Mira a Artémis- (¿Realmente es una pesadilla?)

Narrador escribió:Sésmar cruzó los brazos. Después de un breve momento de silencio, le preguntó a Artémis:

Sésmar: ... ¿Quién eres?

Narrador escribió:Artémis, aún sentada, puso ambas manos sobre sus piernas y miró a Sésmar.

Artémis: Soy Artémis, Artémis Wolf, la tercera guardiana de Svaltar.

Narrador escribió:Sésmar retrocedió de la impresión que se llevó.

Sésmar: -Sosteniéndose con las manos detrás de la espalda- ¿¡La tercera!?

Artémis: Pero tú puedes llamarme... -Tartamudea- ¿a-amor? -Pensando- (¿Es así como Trásir me dijo que debía ser?)

Sésmar: -Pensando- (¿Amor? ¿Qué es lo que le pasa a esta chica? ¿¡Qué está pasando aquí!?)

Narrador escribió:Sésmar se puso de pie.

Sésmar: Muy bien, es hora de que empieces a hablar. -Señala con su mano a Artémis- Explícame qué es lo que está sucediendo aquí.

Narrador escribió:Artémis también se puso de pie, después caminó hacia el joven y tomó su mano con las suyas.

Artémis: Estamos en la casa donde viví antes de ser una de los Böse. -Sonríe-

Sésmar: ¿Po-por qué me trajiste aquí?

Artémis: Porque ahora somos una pareja, claro está. -Aprieta las manos de Sésmar-

Sésmar: -Retrocediendo cerca de la cama- ¿Y eso... qu-quién lo decidió?.

Narrador escribió:Sésmar y Artémis tropezaron sobre la cama, quedando Artémis encima del joven humano.

Narrador escribió:Artémis, con el rostro ruborizado, dijo:

Artémis: ¿Esto... es lo que hacen las parejas, no...? -Coloca su mano derecha sobre el abdomen de Sésmar-

Narrador escribió:Artémis empezó a bajar su mano por el cuerpo de Sésmar. Sésmar, en un acto desesperado por salir de la situación, tomó la camisa de Artémis por el cuello, desabrochándola y dejando expuesto parte de su pecho y vientre; ahora él estaba encima de Artémis.

Artémis: -Aparta la mirada-

Narrador escribió:Había algo que estaba llamando la atención de Sésmar, era una cicatriz que se podía ver en el abdomen de Artémis.

Sésmar: ¿Qué significa esa cicatriz?

Artémis: ¿Oh? ¿Esto? -Pone su mano sobre la cicatriz- Me la hice en la última batalla contra Elf...

Narrador escribió:Sésmar acercó su mano a la cicatriz de Artémis.

Sésmar: -Toca la cicatriz- ¿Duele?

Narrador escribió:El ritmo cardíaco de Artémis se aceleró.

Artémis: ¡P-por supuesto que no! ¡Esa herida curó hace mucho tiempo! -Pensando- (Este sentimiento... ¡esta es la misma sensación que sentí al verlo pelear!)

Narrador escribió:Sésmar dejó la cicatriz de Artémis, y ahora dirigía su mano hacia el rostro de la Svaltar peliazul. Sésmar acercaba su rostro al de Artémis cada vez más y más.

Artémis: -Pensando- (¿P-por qué mi corazón se acelera de esta manera?)

Narrador escribió:Sésmar y Artémis estaban a punto de unirse en un beso. Artémis cerró los ojos y abrió un poco los labios.

Artémis: -Pensando- (¡Este, este es el sentimiento del que Trásir me habló! ¡Esa sensación, ese calor en el pecho, el corazón a punto de salir disparado de mi cuerpo! ¡Esto debe ser amor!)

Narrador escribió:Artémis, al no sentir los labios de Sésmar, abrió sus ojos. Sésmar ahora estaba sentado sobre la cama.

Sésmar: -Pensando- (¿Qué estoy haciendo...?) -Se rasca la frente-

Artémis: ¿Pasó algo...? -Pensando- (¿Lo habré hecho mal?)

Narrador escribió:Sésmar se puso de pie y recogió la espada de su padre del piso.

Sésmar: Si te tomaste la molestia de traerme hasta aquí, deberías por lo menos decirme cómo puedo regresar al campo de batalla.

Artémis: -Se pone de pie- ¡No! ¡No puedo hacer eso! ¡No puedo dejarte ir, somos una pareja ahora!

Narrador escribió:Sésmar se acercaba a la salida de la habitación.

Sésmar: Será mejor que despiertes de ese sueño, Artémis. Tú y yo somos enemigos.

Narrador escribió:Artémis corrió a tomar una de las manos de Sésmar.

Artémis: Pude ver con mis propios ojos cómo te convertías en uno de nosotros. ¡No somos enemigos!

Sésmar: -Pensando- (¿Convertirme... en uno de ellos…?)

Artémis: -Abraza a Sésmar- He esperado mucho para poder experimentar esta sensación, este sentimiento. No puedo dejarte ir, ¡tu lugar está aquí, conmigo! -Sonríe-

Sésmar: -Se quita de encima a Artémis- Si no quieres mostrarme el camino de vuelta, pues muy bien. -Abre la puerta de la habitación- Yo mismo encontraré la forma de volver al campo de batalla.

Narrador escribió:Artémis insistió en tomar la mano de Sésmar.

Artémis: ¡Sésmar! -Pensando- (¿Es ese el nombre que salió de su boca mientras dormía?)

Sésmar: -Aparta su mano- No insistas más, la próxima vez que nos veamos, será en el campo de batalla.

Narrador escribió:Sésmar, apunto de salir, dijo:

Sésmar: Y recuerda, no somos una pareja.

Narrador escribió:Algo dentro del pecho de Artémis se quebró al escuchar esas palabras. El mismo frío que había azotado el castillo de los Böse y el campo de batalla se hizo presente en la habitación.

Artémis: -Pensando- (¿Me ha... rechazado?)

Narrador escribió:Artémis cayó de rodillas, estaba fuera de sí.

Narrador escribió:Sésmar dejó la habitación.

Artémis: -Pensando- -Con las manos en suelo- (Trásir jamás me contó nada acerca de este nuevo sentimiento que ahora me invade...) -Pone las manos sobre su pecho- (Antes... antes mi pecho ardía, mi corazón latía con desesperación... pero ahora, ahora sólo siento un vacío y un dolor terribles... ¿Es esto también, amor...?) -Baja la cabeza-



Sésmar: -Frota su mano izquierda en la cara- -Pensando- (¿Qué diantres acaba de pasar?) -Aleja la mano de su cara- -Pensando- (Vaya, quién diría que Svaltar podría llegar a ser tan parecido a nuestro mundo…)

Narrador escribió:Fuera de la casa de Artémis, muchas otras viviendas podían observarse cerca, aunque el paisaje seguía siendo desolado.

Sésmar: -Pensando- (Hay muchos hogares, pero… ¿Dónde está la gente?)

Ragnar: Hay cosas más importantes de las que nos debemos ocupar por ahora, Sésmar.

Sésmar: -Abre la palma de la mano derecha- Tienes razón, Ragnar. -La cierra-

Ragnar: ¡No pierdas más tiempo!

Sésmar: ¡Vamos a ese castillo, Ragnar!

Narrador escribió:Y así, el joven humano emprendió una vez más su camino hacia el castillo de los Böse.

Sésmar: -Pensando- (Nel, Aldaír... Chicos… solo espero que se encuentren bien…)



La pelea entre el robot del Doctor Donner y la Svaltar de pelo blanco aún no llegaba a su fin, ninguno de los dos mostraba señal alguna de agotamiento.

Tezz: -Intercambia miradas con Némesis- Eres un demonio muy resistente.

Narrador escribió:La Svaltar lanzó tres cuchillos hacia Tezz.

Narrador escribió:El robot del Doctor Donner esperó tranquilamente que los cuchillos llegaran a él.

Tezz: -Pone su mano derecha al frente- No hay forma de que ganes en un combate a distancia.

Narrador escribió:Un escudo salió de la mano del robot para bloquear los cuchillos de Némesis, después, sacó una pistola de su armadura, con la que atacó a la chica.

Tezz: -Mientras dispara- ¡¿Qué pasa, no volverás a atacarme con tus cuchillos?!

Némesis: -Mientras esquiva los disparos- ¡Humano arrogante!

Tezz: -Aun disparando- -Pensando- (Aquí viene…)

Narrador escribió:El robot lanzó un tiro cargado hacia Némesis, pero esta lo esquivó, logrando posicionarse justo en frente de él.

Tezz: -Pensando- (¡Ahora!)

Narrador escribió:Tezz guardó rápidamente su arma, y se preparaba para desenvainar sus tonfas.

Némesis: ¡Es inútil!

Narrador escribió:Ambos estaban a punto de chocar en un ataque feroz … Pero una sombra gigante en el piso les hizo detener su ataque; algo estaba cayendo del cielo.

Tezz: ¡¿Qué rayos es eso?! -Voltea hacia el suelo, después al cielo- ¡Es enorme!

Narrador escribió:Cuando la Svaltar y el robot se hicieron a un lado, un cuerpo enorme cayó sobre el suelo.

Tezz: ¡Es Aldaír!

Narrador escribió:Aldaír, quien había caido del cielo después de haber recibido uno de los ataques de Eris, no parecía estarlo pasando muy bien.

Narrador escribió:La voz de Eris se escuchó en el cielo.

Eris: ¡Acaba con él, Némesis! ¡No me interesa pelear con alguien que ya no puede mantenerse de pie!

Némesis: Entendido.

Narrador escribió:Némesis apareció por encima de un debilitado Aldaír, lista para asestar el golpe final.

Tezz: ¡No, Aldaír!

Narrador escribió:Némesis invocó con sus manos una cantidad abismal de cuchillos. Flotando en el aire, todos ellos apuntaban hacia Aldaír.

Némesis: Adiós, humano.

Narrador escribió:Némesis lanzó todos los cuchillos, pero ninguno de ellos hirió a Aldaír, pues Tezz y su escudo aparecieron para evitarlo.

Tezz: -Resistiendo el ataque- ¡Tienes que levantarte, Aldaír!

Némesis: Pues bien, morirás junto a él si es lo que deseas.

Narrador escribió:Némesis seguía invocando cuchillos.

Eris: ¡Tus amigos deberían estar avergonzados! ¡Sólo mírate, no eres capaz siquiera de valerte por ti mismo!

Narrador escribió:Después de escuchar las palabras de Eris, Aldaír comenzó a moverse.

Aldaír: -En voz baja- …Es curioso que alguien que roba los poderes de los demás -Escupe sangre- se atreva a decir algo así… -Abre sus alas para quitarse de encima a Tezz y Némesis, después se pone de pie y se sacude- Lo siento, Tezz.

Tezz: -Se aproxima a Aldaír- Eso estuvo cerca… ahora dime... ¿qué harás con el dragón rojo?

Aldaír: -Mirando a Eris en el cielo- No tengo más opción que seguir peleando con ella… -Cierra sus alas- De todas las cosas a las que pude haberme enfrentado…

Narrador escribió:El dragón rojo descendió.

Aldaír: -Aun mirando a Eris- Jamás pensé que tendría que hacerlo contra mí mismo…

Tezz: -Mirando también a la Svaltar- Esa mujer… podrá estar utilizando los mismos poderes que tú; pero Aldaír solo hay uno, y nadie mejor que él para usarlos.

Aldaír: -Saca humo por la nariz-

Tezz: Supérate a ti mismo, Aldaír. Sólo así lograrás vencer.

Aldaír: Sabes qué decir en momentos como este, ¿no es así?

Tezz: Todo se lo debo al doctor.

Narrador escribió:Némesis interrumpió el discurso apareciendo frente a los dos.

Némesis: ¿Terminaron?... –Invoca dos cuchillos con su mano- El tiempo es muy preciado, no deberían desperdiciarlo.

Tezz: -Desenvaina sus dos tonfas- Parece que nuestra conversación termina aquí.

Narrador escribió:La Svaltar y el robot chocaron sus armas.

Tezz: -Forcejeando con Némesis- ¡Ya sabes qué hacer, Aldaír! ¡Contamos contigo!

Narrador escribió:Y continuaron con su batalla lejos de allí.

Narrador escribió:Eris se acercaba a Aldaír.

Eris: ¿Y bien? ¿Piensas ir en serio esta vez?

Aldaír: Dime demonio, qué se siente…

Eris: ¿Hmm?

Aldaír: ¿Qué se siente tener que utilizar los poderes de los demás para luchar?

Eris: Tú… cómo te atreves… -Dijo molesta

Narrador escribió:Las pisadas de Eris se volvieron tan fuertes que dejaban agujeros en el suelo.

Aldaír: De no ser porque tomaste prestado mi poder, ahora mismo Svaltar tendría un guardián menos.

Eris: ¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte, humano!

Narrador escribió:La guardiana soltó un rugido estruendoso, para después lanzar una bola de fuego contra el joven humano convertido en dragón.

Aldaír: Lo diré una vez más… -Inhala-

Narrador escribió:Aldaír llenó sus pulmones de fuego ardiente.

Aldaír: ¡Estás en mi camino!

Y disparó contra la bola de fuego de Eris, desencadenando una explosión infernal.




Continuará en el Capítulo 30.